Joaquín pone líder otra vez al Betis

Caía la tristeza del 0-0 sobre Heliópolis cuando apareció Joaquín, con ese desparpajo tan poético (será por Alberti) que tienen los niños en El Puerto de Santa María. El canterano había pintado gris todo el partido, agazapado en una banda derecha que es reducto de fútbol otras veces, pero...

Juande, que le había dado un toque de banquillo en San Mamés, prefirió cambiar a siniestra, César por Benjamín, cuando morían las posibilidades de liderato del Betis. Algo debía intuir el manchego porque, poco después, Joaquín, él solito, fabricaba con su diestra la jugada que abrió al Betis el cielo del primer puesto: cuatro quiebros, un recorte y penalti de Coloccini (un buen central, pero con 19 añitos. Sepan los del Real Madrid: peca de inocencia). El portugués Joao Tomás firmaba el acta: 1-0 y el Betis, el primero.

Y el gozo del Alavés, en un pozo. Sin merecerlo, los vitorianos se encontraron con el primer gol en contra y la primera derrota a domicilio. En realidad, hay que aplaudir a Mané, que le dio a Juande su propia medicina: Contragolpina. Amparados en el pase largo de Téllez (al madrileño habría que vigilarlo con una lanzadera antimisiles: qué potencia, qué precisión) y las carreras de Rubén Navarro, los alavesistas pusieron en aprietos a una zaga, la del Betis, poco acostumbrada a los sobresaltos.

Aunque para sustos los que le dieron Casas y Capi a su gente. El argentino falló tres ocasiones como tres soles que no le facilitó, esta vez, el canterano: impreciso, torpe y fallón en el pase.

Eso lo acusó el Betis y lo aprovechó el Alavés en una segunda parte que manejó a su antojo: durmió el partido, tapó las pocas vías de agua que había dejado en el primer acto y puso ocasiones que Pablo y Mara, solos ante Prats, no supieron embocar.

Mané, que suele ser poco proclive a las alegrías, se permitió incluso el lujo de sacar a Iván Alonso y jugar con dos delanteros. Lo lógico era que el Alavés se llevara el partido... Pero el fútbol no es lógica, sino poesía. Unos pocos versos de Joaquín conquistaron el partido para el Betis.

Una sorpresa en la portería del Alavés abrió la segunda parte: Kike, con unas molestias inguinales, había sido sustituido por Martín Herrera. Mala suerte la del meta vasco, que está cuajando (ayer hizo varias paradas decisivas) una temporada magnífica.