NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Primera | Mallorca 0 - Alavés 0

Kike hace líder al Alavés tras 71 años

En un partido trabado, los de Mané sacaron un empate de Son Moix

Actualizado a
SALVADOR. Kike, que en la foto se dispone a hacerle un paradón a Etoo, hizo un encuentro sobresaliente.
JUSTO GONZÁLEZ

Kike, con dos K de kilo. Apunten bien el nombre, porque es el hombre que, 71 años después de su único liderato, convierte en primero coyuntural de la Liga al Alavés de Mané. La portentosa actuación del meta vasco salvó el empate ante el Mallorca, que tampoco se hizo acreedor a un mayor botín. La mala puntería de Etoo y Luque (pitado por la afición bermellona) condenó a los de Krauss en un tenso y disputado encuentro dominado territorialmente por el Alavés hasta la expulsión de Pablo, a los diez minutos de la segunda parte.

La cosa comenzó con la solemnidad que requerían los atentados de EE. UU. Hubo un minuto de silencio y tres, los que inauguraron el partido, de cantadas. Coloccini prolongó su solidaridad habilitando dos andanadas de Luque y Etoo que Kike, transfigurado en el mejor Beckenbauer durante todo el partido, cortó in extremis. No estuvo bien el zaguero ex milanista, campeón del mundo al lado Saviola, pero es que era éste un inicio loco con los centrales como protagonistas.

A punto estuvieron dos pases largos de Téllez de sorprender a unos despistados Nadal y Niño, pero tampoco era la noche de Rubén Navarro, que desaprovechó dos mano a mano ante Leo Franco (bien el argentino) al principio y al final de la primera parte. En realidad, la tarde estaba para 0-0, aunque un salpicón de ocasiones aisladas pudo desequilibrar el marcador en cualquier momento.

Era una balanza cargada de tensión por culpa del credo que rezan Krauss y Mané en los dos banquillos: presión. El Alavés la interpretaba mejor que el Mallorca, y sólo pasaba apuros cuando con Coloccini de espaldas y Kike de salvador se inmiscuían en las jugadas. Ahogada entre líneas, la imaginación sólo apareció dos veces. Los artistas Jordi y Campano, enredados en el maremagnum táctico (con locuras como la de Miquel Soler de mediapunta), se sacaron las cuerdas para dar dos pases interiores que los desdibujados Navarro y Etoo no pudieron embocar.

Así, entre carreras, presiones y fallos clamorosos, acababa la primera parte y comenzaba la segunda... La decoración sólo la podía cambiar un golpe de mano. La de Ramírez Domínguez, por ejemplo, que sacó del bolsillo la tarjeta roja que ponía a Pablo en la calle y desequilibraba una balanza que parecía inflexible.

Y el Mallorca dominó, aunque Mané se quitara de encima primero a Navarro y luego a Magno (intenso su trabajo entre líneas) y colocara a Witschge en su lugar natural de centrocampista. Dominó con más corazón que cabeza, igual que el Alavés, cansado y desarmado, defendió con más Kike que defensa para llevarse un empate que lo pone líder.

El detalle. Pudo ser el último partido de Carlos

Carlos, que salió en el minuto 80 de la segunda parte, pudo haber jugado ayer su último partido con el Mallorca. El delantero sevillano podría ser cedido al Córdoba para dejar una ficha libre si el Mallorca acaba fichando a Losada y a Iván Ania.