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ATLÉTICO DE MADRID

Cinco razones para la euforia

La mano de Luis se ha notado en el conjunto. Ha formado un bloque compacto que sabe a lo que juega, que explota sus virtudes y esconde sus puntos oscuros. Un técnico que apuesta por el fútbol de ataque, con aperturas por las bandas, presión en defensa y, sobre todo con una llamada al orgullo para salir a ganar desde el pitido inicial. Una manera de jugar que ha conecto de manera inmediata con la grada del Calderón que necesitaba días de espectáculo en su campo.

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1. La calidad de la joya Torres

Es una realidad evidente. Cada día tiene más desparpajo y ve portería con facilidad y calidad. Sus controles de balón son exquisitos, no se asusta cuando los defensas le intentan pararle de forma brusca, tiene movilidad para irse a las bandas o bajar al centro del campo a por la pelota. Muestra desparpajo y su forma física le da mucha seguridad. La estrella para un bloque que está funcionando a gran altura.

2. García Calvo es todo un muro

Salvo dos cabezazos de Carlos Torres, el Jaén ni siquiera podía pasar del centro del campo. García Calvo fue el talismán que supo colocar a sus compañeros de línea cuando en los minutos iniciales se tiró en exceso hacia el área de Burgos. Siempre procura sacar la pelota jugada y está atento a los cruces que tiene que hacer en los laterales. Su diálogo es constante y ha sabido dar seguridad al equipo cuando juega en ataque.

3. El cerebro del jefe Movilla

Un verdadero recital el que dio en el segundo período. Se convirtió en el pivote por el que pasaban todos los balones para el ataque. Parecía que tenía mil ojos ya que siempre colocaba la pelota en el sitio adecuado. Tenía varios pulmones, ya que siempre fue generoso para ofrecerse a la hora de construir el fútbol ofensivo. Es el último baluarte de la presión y resulta más que complicado el superar la línea de contención que forma.

4. Los centros de Stankovic

Su izquierda es de seda. Sus centros de rosca son mortales de necesidad. El gol de Dani es para guardar en el recuerdo, ya que enseñó cómo debe entrar un extremo por su banda. Siempre procura encarar al defensa para romper la táctica defensiva con una jugada individual. Es la referencia que se busca cuando un defensa está algo agobiado con la pelota. Un lujo para esta categoría y que anuncia tarde inolvidables.

5. El revulsivo se llama Dani

Salió en el segundo período por Colsa y armó el taco. Desde la media punta se entendió a la perfección con Fernando Torres y Dani Alonso. Se encontró más a gusto cuando entraba desde la zona derecha. Es el factor sorpresa para poner la puntilla al adversario cuando está algo cansado. Se le nota que tiene ganas y desde luego puede ser el principal favorito para cubrir la baja de Torres cuando se vaya a la selección.