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EL VERANO DE LOS FUTBOLISTAS

Vacaciones bajo vigilancia

El balón dejó de rodar y los jugadores pisaron por última vez en la temporada la sede del club. Bajo el brazo se llevaron papeles ¿El finiquito, la carta de libertad, los mensajes de los fans..? No. Se llevaron los deberes para el verano. Unas recomendaciones para disfrutar a tope de la época estival pero no tanto como para llegar en malas condiciones físicas a la pretemporada.

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Vacaciones bajo vigilancia

"Todos los años les damos un dossier con recomendaciones, que se elaboran entre el equipo médico y el preparador físico. En unas tres páginas se detallan de forma individualizada los ejercicios que debe realizar cada jugador, las comidas más convenientes y todos los hábitos de conducta sanos que deberían seguir en vacaciones. Luego sólo queda que los cumplan, que suele ser lo habitual", cuenta el doctor Jorge Candel, médico del Valencia. Es la receta para un verano sin sobresaltos.

El periodo de vacaciones para un futbolista no suele ir más allá de un mes. Y eso si no hay torneos de selecciones nacionales o rondas previas de competiciones europeas. Por eso, todos los médicos coinciden en que lo más conveniente es parar totalmente los primeros diez días. "El jugador acaba saturado de partidos y lo mejor es hacer cualquier cosa menos jugar al fútbol durante las dos primeras semanas", recomienda el médico del Espanyol, Salvador Oliveras.

El galeno de los periquitos lleva en la disciplina blanquiazul desde el año 1959 y como encargado del primer equipo desde hace 22. La diferencia con otros tiempos la define como "abismal". "Hace veinte años no se cuidaban, pero ahora son tan profesionales que casi no hay que decirles nada. Jugadores jóvenes como Sergio o Raúl Tamudo te sorprenden por su celo a la hora de cuidarse", relata Oliveras.

Ejercicio suave

Después de los diez primeros días, toca moverse. "Realmente tienen mono de deporte, porque el parón brusco no les beneficia", cuenta Jorge Candel. "Les viene muy bien practicar otros deportes, siempre y cuando no sean de riesgo. Se trata de lograr un acondicionamiento aeróbico que les ayude a llegar en buenas condiciones a la pretemporada. Lo que no sabemos luego es si hacen todo lo que les mandamos", precisa el médico del Valencia, que también deja claro que los casos de excesos estivales no suelen ser habituales.

Por lo tanto, las vacaciones para los futbolistas no lo son tanto. Para que la pretemporada no se convierta en un castigo deben haber hecho antes bien los deberes. Lo de tumbarse al sol todo el día no está bien visto.