MONTAÑA

Cómo elegir el calzado más adecuado para ir a la montaña

Seas profesional, o no, deberás elegir el calzado más adaptado a tu ruta: rocas, camino, alta montaña, nieve, barro, agua... para que tengas seguridad y evites lesiones.

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Si algo hemos aprendido este año es que podemos adaptarnos y reinventarnos en multitud de aspectos de la vida, desde los más cotidianos y rutinarios a los más extravagantes y exclusivos. Uno de los ejemplos claros ha sido el boom de las actividades outdoor. Todos hemos buscado lugares apartados de las multitudes donde el asfalto dejaba de cobrar importancia y podíamos conectarnos con nuestro yo más primitivo. Sentarse en lo alto de una montaña, comer un bocadillo y disfrutar de ese momento sin pensar en el antes ni el después.

Muchos son los que han tenido dudas a la hora de escoger material para adentrarse en esta práctica deportiva ya que durante años lo habían mantenido olvidado o simplemente eran inexpertos en este tema. Si hay algo que cobra vital importancia a la hora de realizar actividades en montaña es el calzado. Elegir un buen calzado va ser determinante en la satisfacción de la actividad ya que es el que nos permite desenvolvernos y avanzar en este medio.

"Normalmente, todos tenemos un calzado deportivo, cómodo y flexible, para nuestros momentos de descanso, o unas zapatillas ligeras y con gran amortiguación que nos ayuden a superar un largo día de pie o trotando varias horas por un parque. Para las actividades de montaña es recomendable utilizar un calzado especializado, no sólo por las prestaciones si no por la seguridad", nos cuenta a Deporte y Vida Lara Carbajal, experta en deportes de montaña en Decathlon España.

Cómo elegir el calzado de montaña

A la hora de elegir un calzado de montaña lo primero que debemos tener en cuenta es el terreno al que nos vamos a enfrentar. Normalmente irregular y cambiante según las condiciones de la meteorología. Las principales características de un calzado de montaña son: protección, sujeción, agarre, resistencia, estabilidad, amortiguación, comodidad, transpirabilidad e impermeabilidad.

Según el terreno y las condiciones que nos vayamos a encontrar primarán unas características sobre otras. Otro factor importante sería el peso que llevamos sobre nuestros hombros, a mayor peso mayor importancia de la sujeción del tobillo y la estabilidad.

Tipos de terrenos a tener en cuenta

Senderos fácilmente transitados y pistas forestales. Rutas sencillas para cualquier público sin gran desnivel que nos permitan disfrutar de un entorno natural.

"Para este tipo de terreno debemos buscar un calzado cómodo y con cierto taqueado en la suela para conseguir agarre en las diferentes superficies que nos vamos a encontrar como puede ser prado, tierra, barro, gravilla... Si elegimos un calzado excesivamente blando las pequeñas irregularidades del suelo se nos clavaran en la planta del pie y nos desestabilizarán a la hora de marchar.

Este calzado es un poco más duro de lo que podemos estar acostumbrados sin perder la comodidad y el tacto. Normalmente va estar un poco más reforzados en las partes más expuestas.

Su principal función es manejarnos en el medio de manera cómoda y segura.

Caminos irregulares, pequeños senderos y fuera de camino. "En este tipo de rutas discurren por un terreno más irregular, con más desnivel que puede estar cubierto de vegetación o elementos no alterados por la acción del hombre. Aquí nos podemos encontrar prado, tierra, barro, piedra suelta, maleza, irregularidades importantes..."

"En este tipo de calzado está diseñado con una protección extra, sujeción superior, mayor agarre y durabilidad en la suela. Esto nos ayudará a mantener la estabilidad en terrenos irregulares y la suela y entre suela ganará importancia. Cuanto más irregular y más largo sea el camino más importante será prestarle atención a este punto. La suela será un poco más agresiva para poder ganar en agarre".

Podemos encontrar modelos de caña baja y caña media que nos dará un extra de protección y evitará que se cuelen pequeñas piedras, barro, pinchos, suciedad...

Caminos muy irregulares con ausencia de senderos y fuertes desniveles. "En estas rutas el relieve cobra vital importancia, hay que protegerse del terreno y no solo la planta del pie si no todo el conjunto. En este terreno es aconsejable una bota para poder proteger el tobillo y ganar firmeza. La bota de caña alta protegerá el tobillo y limitará su movimiento. La bota es esencial si vamos a realizar trekking de varios días y vamos a llevar sobre nuestros hombros gran peso. Una bota nos ayudará a ganar estabilidad, protección y rigidez. Cuanto más rígida sea la suela más unificará el terreno y más fuerza podremos hacer para impulsarnos; como contrapunto menos sensibilidad y comodidad para marchar.

Dentro de los diferentes tipos de calzado podemos encontrar modelos con o sin membrana impermeable. Una membrana impermeable nos va a proteger en los terrenos húmedos pero siempre será menos transpirable que una que no lo sea. Una membrana transpirable se recomienda en los periodos secos o para las personas que no van a realizar rutas en caso de lluvia. Una membrana impermeable se recomienda si se va utilizar en terrenos húmedos o en largas caminatas o de varios días donde la climatología puede cambiar y es mejor estar protegido.

Clave en el calzado de montaña: la elección de la talla

"Otro detalle a tener en cuenta es la elección de la talla. En montaña como el calzado viene reforzado para la protección de los dedos no es recomendable escoger un número muy justo ya que cuando caminemos hacia abajo el empeine inevitablemente va ir hacia delante y vamos a castigar los dedos. También tener en cuenta que en largas caminatas y especialmente con calor, hay muchas personas que tienen un aumento significativo del volumen de los pies. La talla correcta es donde nuestros dedos no choquen en la parte delantera y estemos cómodos con un ligero margen. Por otro lado si nos pasamos de talla y nos queda demasiado holgado favorecemos la aparición de ampollas", añade la experta.