Coronavirus
Protección solar, filtros UV y mascarillas: 5 consejos para tomar el sol en la playa y piscina
Las medidas de prevención para evitar contagios siguen vigentes en la nueva normalidad y ello se suma a la necesidad de tomar precauciones a la hora de exponerse al sol.
La pandemia del coronavirus va a provocar que los ciudadanos vivan un verano atípico en muchos aspectos. Las medidas de prevención personal para evitar contagios siguen plenamente vigentes en la nueva normalidad y ello se suma a la necesidad de tomar precauciones a la hora de tomar el sol para no poner en riesgo nuestra salud.
En este sentido conviene recordar que el uso de mascarillas es obligatorio para todas las personas a partir de los 6 años "en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no resulte posible garantizar el mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros".
La única excepción a esta norma se establece por problemas de salud y no existe ninguna especificación respecto a su utilización en las playas más allá de las estipuladas sobre la necesidad de su uso cuando no sea posible cumplir la distancia de seguridad. Por lo tanto, a la hora de tomar el sol la teoría señala que es imprescindible que ésta se garantice para poder prescindir de la mascarilla.
Por ello, se debe emplear protector solar en todo el cuerpo, incluido las zonas que puedan quedar cubiertas por la mascarilla, ya que este elemento no protege de las radiaciones ultravioleta. Los expertos señalan que para que el protector cumpla correctamente su función se debe hacer uso de él media hora antes de exponerse al sol e ir renovándolo cada dos horas. Además, se recomienda seguir otras pautas como las que mencionamos a continuación:
1. Emplear gafas con filtros UV para garantizar una correcta fotoprotección. En caso de no utilizar lentes de este tipo nos exponemos a que se produzca "una dilatación pupilar, aumentando la entrada de rayos UV dañinos al ojo pudiendo derivar en mareos, visión doble, cefaleas y otros síntomas", según señala el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
2. Elegir el protector solar adecuado. Para ello hay que tener en cuenta el fototipo de la piel con el que se cuenta. Así, en función de nuestra sensibilidad al sol deberá utilizarse un protector de menor o mayor intensidad.
3. No se aconseja exponerse al sol más de tres horas. Además, conviene evitar realizar esta actividad en los momentos del día en el que las temperaturas son más elevadas, principalmente en las horas centrales. Es decir, de 12 a 16 horas.
4. El largo confinamiento y la escasa exposición al sol que se ha producido con él provoca que sea necesario cuidar la dieta para equilibrar la producción de vitamina D, nutriente que se encuentra en varios alimentos (pescados azules, huevos, lácteos), y que es necesario para incrementar la concentración de calcio y mantener los huesos sanos. Asimismo, una dieta saludable que incluya el consumo de frutas y verduras ayuda a una fotoprotección integral.
5. Una correcta hidratación es imprescindible para combatir los efectos del calor en nuestro organismo y para garantizar una protección solar completa. Para asegurarnos de evitar riesgos en este sentido, se recomienda beber dos litros de agua diarios y consumir alimentos ricos en este elemento.
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