PSICOLOGÍA

Cuánto más te preocupas, peor responde tu cuerpo

La ansiedad y el estrés pueden desembocar en supresión del sistema inmune, desórdenes digestivos, tensión muscular intensa, pérdida de memoria a corto plazo, enfermedad coronaria prematura, infarto de miocardio...

Enric Fontcuberta

Se puede morir de tristeza. Se puede enfermedad por ansiedad. Y es que la mente tiene un gran poder sobre nuestro cuerpo. Llegando incluso a causar enfermedades. Si no duermes preocupado por un tema, por una situación, te acarrea no sólo dolores de cabeza, sino de estómago, incluso también problemas físicos, como musculares.

Lo hemos visto en deportistas de primer nivel que han llegado a confesar cómo las lesiones deportivas llegaban de manera constante cuando su mente no estaba bien, cuando la ansiedad se había apoderado de todas sus reacciones.

Y, ¿al resto de los mortales? Igual. No sabemos las reacciones exactas del cuerpo, a cada uno le afecta de una manera, pero el estrés, los ataques de pánico, las preocupaciones constantes, causan problemas físicos de muy diversa índole.

Así, esa preocupación constante hace que comas mal, que no duermas bien, que estés alterado constantemente, que no tengas buenas relaciones de pareja y familiares... En Estado Unidos, 40 millones de personas padecen ansiedad, según Web Med, que puede llegar a ser imposibilitar el desarrollo normal del trabajo, por lo que sin trabajo no hay ingresos, el círculo sigue, la ansiedad aumenta, y la salud no mejora.

Problemas mentales, problemas físicos

La preocupación crónica y el estrés emocional pueden desencadenar una serie de problemas de salud. El problema ocurre cuando la lucha o la huida se desencadena diariamente por una preocupación y ansiedad excesivas. La respuesta hace que el sistema nervioso simpático del cuerpo libere hormonas del estrés como el cortisol. Estas hormonas pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre y los triglicéridos (grasas en la sangre) que el cuerpo puede usar como combustible.

Reacciones físicas

  • Dificultad para tragar
  • Mareo
  • Boca seca
  • Latidos cardíacos acelerados
  • Fatiga
  • Dolores de cabeza
  • Incapacidad para concentrarse
  • Irritabilidad
  • Dolores musculares
  • Tension muscular
  • Náuseas
  • Energía nerviosa
  • Respiración rápida
  • Dificultad para respirar
  • Transpiración y sudoración excesiva
  • Temblor y espasmos

A estas reacciones del cuerpo, hay otras que pueden llegar a ser más graves, porque cuando el combustible excesivo en la sangre no se usa para actividades físicas, la ansiedad crónica y el flujo de hormonas del estrés pueden tener graves consecuencias físicas, que incluyen: supresión del sistema inmune, desordenes digestivos, tensión muscular intensa, pérdida de memoria a corto plazo, enfermedad coronaria prematura, infarto de miocardio...

Cómo luchar contra la ansiedad y el estrés

-Busca ayuda, tanto físico como psicológica

-Come de manera saludable

-Evita el alcohol

-Haz actividades que te hagan sentir realmente bien, no parches de actividades que de evadan

-Haz ejercicio físico

-Descansa las horas necesarias, si no puedes, pide ayuda

-Aprende a relajarte con técnicas de meditación; no es fácil, pero ayuda

-Si te ayuda a relajarte pintar, hazlo; coser, hazlo; escribir, hazlo; hacer crucigramas, hazlo