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Halitosis y mascarillas: cómo combatir el mal aliento

Aquí damos algunos consejos para solucionar los problemas de mal aliento en una época en la que las mascarillas forman parte de nuestra vida cotidiano.

Andreu Dalmau

Ahora que las mascarillas forman parte de nuestra vida cotidiana, mucha gente empieza a descubrir que le huele mal el aliento. Este problema, cuando se manifiesta de forma crónica, se conoce como halitosis. Aquí damos una serie de consejos para combatirlo.

En primer lugar, una posible fuente de ese mal olor es la ausencia o escasez de higiene bucal y se puede comprobar a través del hilo dental. Si después de utilizarlo el olor que desprende es fétido, significa que nuestra boca no está en las condiciones que debería. En ese sentido se recomienda usar más ese producto y cepillarse los dientes, lengua y parte interior de las mejillas con un dentífrico que contenga fluoruro al menos dos veces al día. Los enjuagues o los chicles pueden ser una solución temporal, pero a corto plazo.

Otra posibilidad es la alimentación. El café, el ajo, el pescado, los huevos o la cebolla generan olores desagradables en nuestra boca que en algunos casos pueden llegar a permanecer hasta 72 horas, incluso aunque nos cepillemos la boca. El exceso de dulces o la carencia de carbohidratos también son malos a efectos del aliento y para contrarrestar puedes ingerir otros productos como manzana, perejil, limón o zanahoria. El agua también ayuda.

Respirar por la boca, roncar o tener apnea del sueño también pueden llevarte a tener un aliento maloliente. Algunas de estas cosas se deben a problemas respiratorios, alergias o congestiones nasales y no se pueden cambiar. En ese caso, mantén una buena higiene bucal e intenta beber mucho agua.

Halitosis como posile síntoma de otros problemas

En cuanto a los medicamentos, muchos de los que se usan para tratar la ansiedad, la depresión, la hipertensión o el dolor muscular resecan la boca y tienen como efecto secundario un mal aliento. Si utilizas alguno deberías consultar con tu médico para ver si puedes cambiar a otro. Pero la halitosis en sí no tiene por qué ser una consecuencia de nada, sino lo contrario, un síntoma de una enfermedad que no sabes que tienes, por lo que si la sufres de forma repentina también deberías comentárselo a tu doctor. Si es de olor dulce, puede estar relacionado con una diabetes y si tienes reflujos ácidos o gastroesofágicos eso puede suponer un aviso de cáncer. Por último, fumar y consumir bebidas alcohólicas en exceso puede generar uno de esos alientos que ni tú mismo quieres oler.