PSICÓLOGÍA

¿Estás empezando a odiar a todo el mundo? No eres el único

Impotencia, frustración, rechazo, injusticia, incluso odio... son algunos de los sentimientos que muchas personas manifiestan durante esta cuarentena.

Villar López

¿Qué nos está pasando? ¿Por qué crece tanto el odio en muchas personas hacia el resto de los que se le rodean, les conozcan o no? ¿Son los efectos de la pandemia? "Y es que en los último días se comienza a gestar ciertas emociones, que puedes llegan a sorprender por poco habituales o desagradables". Pero son absolutamente normales.

Mostrar sentimientos de rechazo o indignación frente a los demás, es normal. ¿Se ha perdido la fe en el ser humano¿ No tiene por qué. ¿Se es mala persona? No tiene por qué. "Estas emociones, aunque a gente le pueden llegar a sorprender por no ser en algo habituales en ellas, son totalmente normales, y como lo que son hay que aceptarlas y no juzgarnos por tenerlas; las emociones vienen y van, no podemos controlar lo que sentimos, simplemente nos nacen, aunque sí podemos controlar lo que hacemos con ellas, por lo tanto, tenemos que aceptar que pueden surgir esas emociones, pero luego tenemos que hacer algo con ellas y lo que hagamos con ellas seguramente sí se pueda juzgar", nos cuenta a Deporte y Vida el psicólogo Andrés Montero Rama.

Desde la indignación a la rabia

"La indignación, el rechazo o la rabia frente a situaciones injustas, son emociones que nos pueden ayudar a tener un pensamiento crítico a actuar de forma autónoma y, por lo tanto, a tener un aprendizaje junto con esas emociones. Cuando vemos como alguien está actuando de manera irresponsable, claro que es normal sentirlo como tal y que aparezca un sentimiento de indignación. Pero, cuidado, luego tenemos que mirar de donde viene esa emoción", añade.

Impotencia y frustración

"A veces esa emoción puede venir de la propia impotencia, de no poder salir, de estar frustrado por no poder trabajar, en definitiva puede venir de algo que tiene que ver conmigo a donde me tengo que mirar es a mí mismo, canalizar esas emociones que acompañan a la indignación", nos cuenta sobre los sentimientos que cada vez afloran más como resultado de la pandemia mundial.

Rechazo a los irresponsables

"Otra veces esa emoción de rechazo, efectivamente viene de una injusticia en la que tú no tienes nada que ver, sabes que se está pasando mal en los hospitales, que habido una situación como nunca antes la hubo, y no logras entender como hay personas que se saltan de forma tan irresponsable y tan poco solidaria, ya no las normas del gobierno, si no las propias normas, del sentido común y del sentido de las responsabilidad", algo muy común estos días.

"Esta es más difícil de gestionar, pero las injusticias siempre han estado ahí, y tenemos que aprender a convivir con ellas, y en la medida de lo posible fomentar en todos nuestros círculos que eso no pase, cada uno en su papel: los profesores con sus alumnos, los padres con sus hijos, los dueños de una empresa con sus trabajadores y, por supuesto, el gobierno con sus ciudadanos, retroalimentarnos entre todos de educación pero no menos de autonomía y sentido de responsabilidad, sin que nadie me diga como actuar", resalta.

Odio

"Y, por último, tenemos que estar atentos a los que se alimentan y fomentan el odio, a los que viven del enfrentamiento. En determinados momentos existen, seguramente muy pocos, pero muy ruidosos. Ciertos tipos de comportamiento que han querido enfrentar a segmentos de las población, por poner algunos ejemplos, los que tienen perro con los que no tienen, padres con hijo contra padres sin hijos, tal comunidad frente otra comunidad, ideas de una corriente política frente a ideas de otra corriente... lo de siempre y un mal endémico en España y en otras partes del mundo. Cuidado con este tipo de odio, miremos de donde viene, aceptémoslo, formemos una idea propia con él y no nos dejemos llevar por los enfrentamientos fatuos e inservibles", nos recuerda para no estar todo el día en mundo de destructivo de emociones.