CORONAVIRUS

¿Por qué no se puede mezclar lejía con amoniaco? Cuáles son las consecuencias

El afán por limpiar y desinfectar las casas para evitar posibles contagios por coronavirus puede llevar a realizar prácticas perjudiciales para la salud.

Enric Fontcuberta

Existen muchas dudas acerca de los métodos correctos de desinfección en los hogares. Así lo ha detectado el Servicio de Información del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (SIT), que ha registrado un aumento en las consultas telefónicas por intoxicaciones relacionadas con la mezcla de productos de limpieza.

Una de ellas está relacionada con la mezcla de lejía y amoniaco. En este caso, que es la más habitual, se produce una reacción química que genera un gas llamado cloramina (Nh2ci), que es muy tóxico y al entrar en contacto con las mucosas, se descompone para producir ácido clorhídrico que es altamente corrosivo y tóxico, provocando irritación de las mucosas y quemaduras en la piel.

Si la persona que lo mezcla se encuentra en un lugar que corra el aire, al inhalar la cloramina sufrirá síntomas leves como la irritación de sus ojos. Pero si se encuentra en un lugar cerrado, y la exposición a la cloramina se prolonga durante mucho tiempo, acabará sufriendo insuficiencia respiratoria y edema pulmonar, lo que puede causar la muerte.

Aumentan las consultas

Así, los médicos del SIT atendieron durante el mes mes de marzo y las dos primeras semanas de abril 11.337 consultas telefónicas, lo que supone un incremento de 1.655 llamadas con respecto al mismo periodo de año 2019.

Concretamente, se respondieron 1.846 consultas telefónicas por intoxicaciones relacionadas con el uso de lejías y otros desinfectantes de superficies. Llama la atención que en el 26,1% de los casos la lejía se ha mezclado con otros productos (amoníaco 53,6%, salfumant 11,2%, vinagre 3,5%, alcohol 2,9%, anticalcáreos 3,1%, limpiahogar 2,1% y lavavajillas 4,3%).