NUTRICIÓN

¿Por qué la dieta mediterránea es la mejor opción posible durante el confinamiento?

La Fundación Española de la Nutrición (FEN) recomienda a las personas mayores, y al resto de la población, que sigan la dieta mediterránea durante el tiempo en el que dure el confinamiento con argumentos de peso.

as.com

A pesar de que el estado de alarma, y la situación generada por las restricciones asociadas, ha cambiado algunos aspectos de nuestra rutina, en lo que se refiere a la alimentación no debería de haberlo hecho sustancialmente si nuestra dieta se basaba en la mediterránea con anterioridad. Si no era así, quizá es el momento ideal para replantearnos como mejorar nunestra salud a través de lo que ingerimos.

Así, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) recomienda a las personas mayores, aunque es extendible a cualquier grupo poblacional, que durante el tiempo en el que dure el confinamiento por el Covid-19 sigan la dieta mediterránea "porque es rica en hidratos de carbono complejos, fibra y proteínas de alto valor biológico y, además, tiene una baja aportación de grasas saturadas y colesterol".

Por ello, la FEN ofrece una serie de pautas para que nuestra dieta sea lo más completa posible, sin olvidar otros aspectos fundamentales como la hidratación o la exposición solar.

Pautas y recomendaciones

  • Es importante no excederse con la ingesta de calorías, pero sí que la dieta tenga una elevada densidad nutricional, sobre todo teniendo en cuenta que la actividad física de las personas mayores se ha reducido considerablemente con motivo del confinamiento.
  • Además de reducir el consumo de carnes rojas y carnes procesadas, o de alimentos ricos en azúcares sencillos, se aconseja cocinar al vapor y a la plancha.
  • Las frutas y verduras no pueden faltar en la alimentación de los mayores, puesto que aportan pocas calorías, pero grandes cantidades de agua y vitaminas hidrosolubles, por lo que favorecen la hidratación. Lo aconsejable es consumir 5 raciones al día de este grupo de alimentos.
  • No hay que olvidar que nuestros mayores tienen una mayor disminución de la percepción de la sed y, por tanto, mayor riesgo de deshidratación. Lo aconsejable es que, al menos, el 80 por ciento del líquido ingerido sea consumo directo y el otro 20 por ciento restante, proceda de alimentos sólidos (verduras, frutas).
  • Las legumbres son otro de los alimentos recomendados para las personas mayores, debido a que son una importante fuente de proteína, hidratos de carbono complejos y fibra, al igual que los pescados y mariscos. Estos deben consumirse entre 2 y 3 veces por semana.
  • Es recomendable que las personas mayores tomen lácteos, yemas de huevo y pescado azul, así como otros alimentos ricos en vitamina D y calcio, ya que los niveles adecuados contribuyen a reducir el riesgo de desmineralización ósea y de fracturas de las personas mayores.
  • En caso de que su ingesta no sea suficiente se podría optar por alimentos enriquecidos, como pueden ser las leches adaptadas. Por lo que se refiere al calcio, los lácteos, frutos secos y algunos pescados azules en conserva constituyen las fuentes naturales más importantes de este micronutriente.
  • En la medida de lo posible es aconsejable una exposición solar diaria en manos cara y brazos, de al menos entre 10 y 15 minutos.