SALUD

El ejercicio físico podría proteger contra los síntomas motores del párkinson

Una investigación a cargo de expertos de la Universidad de Lund (Suecia) concluye que un estilo de vida físicamente activo se asocia con un 30 por ciento menos de riesgo de padecer párkinson.

as.com

Para comprender mejor la relación entre la actividad física y la enfermedad de Parkinson, un grupo de investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) analizó los registros médicos de casi 200,000 esquiadores de larga distancia que participaron en la Vasaloppet, una carrera de esquí de fondo.

En total, realizaron un seguimiento a 197,685 participantes (edad media 36 años; 38% mujeres) de la clásica carrera anual de esquí de fondo de hasta 90 km, de 1989 a 2010, y los compararon con 197,684 personas no esquiadores de la misma edad. La incidencia de la enfermedad de Parkinson se extrajo del Registro Nacional de Pacientes de Suecia.

Estudios previos han demostrado los enormes beneficios del ejercicio en muchos trastornos, incluidas las enfermedades neurodegenerativas, pero las razones no siempre son claras. "El ejercicio parece proteger contra los síntomas motores de la enfermedad de Párkinson, pero no necesariamente contra el daño cerebral causado por la misma", explica Tomas T. Olsson, uno de los principales autores del estudio.

Y es que los resultados de la investigación, publicada en el 'Journal of Parkinson's Disease', muestran que los esquiadores tenían casi un 30% menos de probabilidades de desarrollar párkinson que los no esquiadores. Sin embargo, este efecto se disipaba con el tiempo y el aumento de la edad y como resultado se produjeron diagnósticos también entre esquiadores que coinciden con la población general.

"Para comprender los mecanismos detrás de los efectos protectores del ejercicio es muy importante establecer si el ejercicio brinda a las personas una mayor reserva o protección directa", explica la investigadora Martina Svensson.

"Especulamos con la hipótesis de que las personas que están físicamente bien entrenadas tienen una mayor reserva motriz, lo que resultaría en menos síntomas motores y retrasaría el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson. De igual forma, los resultados del trabajo destacan la importancia de mantenerse físicamente activo durante toda la vida hacer frente a las consecuencias del envejecimiento", explica Tomas Deierborg, experto de la Universidad de Lund.

"Si una persona está físicamente activa, es posible mantener la movilidad por más tiempo, a pesar de los cambios patológicos en el cerebro", añade el Dr. Olsson.

La importancia del ejercicio

Por su parte el coeditor jefe de JPD, Bastiaan R. Bloem, MD, destaca la importancia de la investigación sueca. "Existe un enorme interés en desarrollar nuevas terapias que puedan ayudar a reducir el riesgo de desarrollar párkinson. Este estudio de Olsson y sus colegas es particularmente emocionante en ese sentido, ya que sugiere que una intervención fácilmente disponible, el ejercicio, en realidad puede lograrlo. El estudio también proporciona una explicación de por qué el ejercicio no ofrece una completa protección contra la enfermedad; apoya la reserva motora del cerebro y, como tal, probablemente ayuda a posponer en lugar de prevenir por completo la aparición de síntomas de Parkinson", concluye.

El párkinson es un trastorno lentamente progresivo que afecta al movimiento, control muscular y equilibrio. Es el segundo trastorno neurodegenerativo más común relacionado con la edad que afecta a aproximadamente el 3% de la población a la edad de 65 años y hasta el 5% de las personas mayores de 85 años.