PSICOLOGÍA

Los psicópatas pueden desarrollar empatía, pero no quieren

Un estudio de una universidad sueca revela que estos enfermos mentales pueden ponerse en lugar del otro pero tienen una baja predisposición a hacerlo.

La figura del psicópata está muy relacionada con lo que el cine y la televisión han creado en el imaginario colectivo. Dexter, el Joker o Hannibal Lecter han desfilado por las pantallas de ficción. Charles Manson y Ted Bundy, por las de sucesos. Y, aunque el término tiene varias acepciones en la psicología, los prejuicios se han exparcido sin freno. ¿Todos los psicópatas son criminales? No ¿Todos los psicópatas son inadaptados? Por definición, son antisociales. ¿Son los psicópatas no son capaces de ponerse en el lugar del otro? Pues parece que sí, pero no quieren.

Especialistas de la Universidad Occidental de Suecia se plantearon si la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar de otro, estaba presente en pacientes de lo que los manuales de psicología llaman la 'triada oscura' (narcisismo, maquiavelismo y la psicopatía). Según los estudiosos de la psicología, la psicopatía se caracteriza por el comportamiento antisocial, la impulsividad, el egoísmo, la insensibilidad, y la ausencia de remordimientos. Querían descubrir si la incapaz de ser empáticos era otra característica de esta enfermedad mental.

Los psicópatas saben cómo están los demás, pero no les importa

Según el informe, publicado en Personality and Individual Differences, no hay una diferencia entre los psicópatas y el resto de la sociedad a la hora de percibir cómo se encuentran los demás. Lo que cambia es la actitud al percibirlo. Analizaron las conductas de 278 individuos de varios países y llegaron a la conclusión de que «las personalidades oscuras en una comunidad normalmente son conscientes de empatizar, pero tienen una baja disposición para hacerlo». «A veces, los psicópatas se perciben como personas insensibles, que no pueden empatizar con los demás, mientras que otras veces se los entiende como completamente funcionales a ese respecto, pero simplemente no les importa», resumió el autor principal del estudio, Petri Kajonius.

Durante las investigaciones, los individuos no tenían problemas para identificar las emociones de los demás en los test. Eso sí, numerosos sujetos estudiados respondieron a los investigadores que, a veces, no sentían mucho que otras personas tuvieran problemas o que cuando otros lo pasan mal tampoco ellos no se sentían mal porque no era para tanto. Con esos datos, los investigadores de la Universidad Occidental de Suecia pudieron deducir que si una persona es empática no se puede descartar que sea una psicópata.