RECONOCIMIENTO

Los napolitanos quieren un café patrimonio de la humanidad

Italia promueve una candidatura para que el expreso se declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

El café quiere ser como la pizza. ¿Cómo no va a ser la bebida de los italianos un manjar de reconocimiento mundial al mismo nivel que su particular plato? De hecho, la única duda es cuándo será oficial porque los napolitanos han movilizado a sus conciudadanos y vecinos para que la UNESCO considere su bebida estimulante como patrimonio inmaterial para el mundo. Si ya pasaron una primera página histórica en el mundo gastronómico con el plato redondo, ¿por qué no con su oro líquido?.

¿Qué tiene el café expreso italiano para que sea reconocido? Es rápido y concentrado como los tiempos modernos, pero en Nápoles tiene un sabor especial. Dicen quienes han disfrutado del expreso en la bahía que allí el agua es especial y sus antiguas cafeteras consiguen que la 'miscela' sea singular. Normalmente emplean el grano de arábica y en los bares, cafeterías y pizzerías encuentran el toque deseado para a sus clientes.

No obstante, para los italianos es algo más que una bebida. Es un arte. Es parte de la cultura. Presente en el 72 % de las casas de Italia, es parte de la identidad nacional. Unos lo beben para despertar antes de la jornada de trabajo, otros se sirven el estimulante antes de hacer deporte. Todos saben reconocer la crema color avellana de fina textura y el olor que suele inundar el lugar en que se prepara y sirve. Y lo beben rápido y en pequeñas tazas porque es así cuando se aprecia todo su sabor concentrado.

La pizza, Patrimonio de la Humanidad

¿Logrará un hueco en el podio de la gastronomía junto a la pizza? Uno de los principales impulsores de la idea, Giorgio Caballini di Sassoferrato, jefe de la junta directiva de Dersut Caffè, está convencido. Según reveló al diario italiano Corriere de la Serra, escuchó que el café turco se les había adelantado en diciembre de 2013 y se lanzó a conseguir que el brebaje patrio debía ser también un motivo de reconocimiento en el mundo. Secundaron pronto la iniciativa la Federación Italiana de Empresas Públicas, el Comité Italiano del Café y el Instituto Nacional Express de Italia. Desde Nápoles, por supuesto, aseguran que fueron ellos en un café de la ciudad quienes propulsaron la idea.

En los medios de comunicación italianos los impulsores de la idea se muestran confiados. Disponen de una buena materia prima, de un reconocimiento establecido y de hasta un Instituto Nacional del Expreso Italiano que vela por el buen hacer de su café. Y defienden los efectos provechosos para la salud cuando se bebe de manera ocasional. Recuerdan estudios que lo han relacionado con la prevención de la diabetes, el aumento de la capacidad de atención o la mejora de la memoria a largo plazo. Y saben que celebrarán con una nueva taza de café cuando se anuncie la esperada declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.