PSICOLOGÍA

Adictos a las compras: un gran problema para el Black Friday

Para evitar esa adicción, se debe marcar un presupuesto máximo de compra; elaborar una lista que aporte sensación de control sobre el impulso y la conducta de comprar y que además pueden incluirse en la estrategia de compras navideñas.

TOLGA AKMEN

El Black Friday es una fecha marcada en el calendario en rojo, es el inicio de las ofertas navideñas, una fecha que altera las compras y también la personalidad. La adicción a las compras no está reconocida oficialmente como una enfermedad mental.

Esto significa que, aunque esa expresión se use a menudo en ambientes informales o, incluso, en el contexto de una psicoterapia, no se utilizaría como una etiqueta diagnóstica oficialmente reconocida, ya que no está contemplada en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, actualizado por última vez en 2013 y que es la herramienta principal utilizada en psicología clínica para establecer diagnósticos oficiales.

Cómo afrontar el Black Friday

El equipo de psicólogos de ifeel, la app de terapia online, ha elaborado una guía sobre esta problemática que afecta, según los expertos, a un 1 % de la población española, lo que se traduce en 400.000 personas.

-en estos periodos se dispara la tentación en diferentes direcciones.

-aparecen las excusas que más o menos están socialmente aceptadas y justificadas para comprar, pues hay descuentos importantes que suponen buenas oportunidades de ahorro, se puede aprovechar para hacer las compras de Navidad

-es difícil escapar de la tentación cuando los medios de comunicación hacen una llamada generalizada al consumismo y somos bombardeados por anuncios constantemente.

-este ambiente puede activar una gran ansiedad en personas que tienen dificultades para controlar su impulso de comprar

-puede generar también tensión, que deberán canalizar de manera adaptativa en la medida de lo posible para no reactivar el círculo vicioso de su problema con las compras.

Cómo es el adicto a las compras

Según los expertos de ifeel, la persona que tiene dificultades serias para controlar su impulso de comprar solo busca el placer que le ha reportado el adquirirlos, pero con una sensación de culpabilidad y "bajón" a medio plazo cuando se da cuenta de que ha gastado demasiado dinero en demasiadas cosas que no necesitaba porque esa es su principal fuente de satisfacción a corto plazo.

Cuando existe un problema con las compras, la propia conducta de comprar puede facilitar al individuo una sensación de placer de manera rápida e intensa, "enganchándose" a esa conducta que le genera bienestar.

Sentir placer, aunque sea efímero, es bueno para la autoestima. El problema surge cuando las fuentes de placer son efímeras y, por supuesto, cuando son el preámbulo no para un estado "neutro" sino para un estado de culpabilidad, vacío o frustración, que directamente son incompatibles con sentirse bien con uno mismo.