MEDIO AMBIENTE

Amazonas: la deforestación y el fuego ponen en peligro el 'pulmón del planeta'

La tala indiscriminada de árboles y los incendios sacuden a una región que produce aproximadamente el 20 por ciento del oxígeno en la atmósfera terrestre y que es vital en la lucha contra el cambio climático.

Nacho Doce

La Amazonia es la mayor región tropical del planeta y está considerada como el 'púlmon del planeta' ya que produce aproximadamente el 20 por ciento del oxígeno en la atmósfera terrestre, pero la deforestación y el creciente problema de los incendios la están haciendo menguar a pasos agigantados. Como consecuencia, se está perdiendo la batalla para preservar a uno de los aliados más importantes con los que contamos para combatir el cambio climático.

A la tala indiscriminada de kilómetros y kilómetros de de selva con fines industriales y comerciales se une un problema que puede agravar más si cabe la situación: el Amazonas arde, el 'pulmón del planeta' se llena de humo. Y es que las selvas tropicales de la Amazonia están ardiendo a un ritmo sin precedentes. El pasado 20 de agosto, el Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe), informó de un total de 72.843 incendios en Brasil, lo que representa un aumento de más del 80% en comparación con el mismo período de 2018.

Más allá de las implicaciones de semejante desastre en relación al cambio climático por la pérdida de biodiversidad, las poblaciones indígenas también asisten impotentes al deterioro de su entorno en medio de una preocupante falta de sensibilidad del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, duro crítico de las políticas ambientalistas y promotor de la explotación de recursos naturales en áreas protegidas, que incluso insinúa que los incendios pueden estar provocados por varias ONG para "llamar la atención" contra su gobierno por haberles negado subvenciones y recursos. De locos.

El drama, a vista de satélite

El drama de los incendios se puede apreciar con total claridad gracias al programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, Copernicus, que compartió un mapa que muestra el humo de los incendios que se extienden hasta la costa atlántica de Brasil.

Hace pocas fechas, un estudio publicado en la prestigiosa revista 'Nature Climate Change', concluía que hay motivos suficientes para pensar que los bosques y vegetación del plantea puedan seguir almacenando dióxido de carbono de forma generosa hasta, al menos, finales de siglo y ralentizar así los efectos del cambio climático pero para ello, primero hay que conservarlos. Y es ahí donde radica el principal problema.