Entrenamiento HIIT y la cerveza, ¿una relación sana?

Según un estudio, la ingesta de cerveza o su equivalente en alcohol, durante el ejercicio de alta intensidad, no afecta a la distribución de la grasa corporal.

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Cada día nos encontramos más estudios que vienen a poner luz sobre la práctiva deportiva, y una de las pasiones de muchas personas, como la cerveza en este caso. Hablamos hoy del estudio publicado en Nutrients.

El estudio BEER-HIIT "Beer or Ethanol Effects on the Body Composition Response to High-Intensity Interval Training", es una investigación científica centrada en analizar los efectos del consumo moderado de cerveza o etanol en personas que se someten a un entrenamiento de alta intensidad (HIIT).

¿Afecta el consumo moderado a la práctica deportiva?

En este sentido, la investigación ha querido determinar si el consumo moderado de cerveza afectaba por su contenido en alcohol, la respuesta a un programa de entrenamiento interválico de alta intensidad, todo ello en condiciones de consumo y entrenamiento parecidas a la vida real.

El doctor Manuel Castillo, catedrático de Fisiología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y coordinador del estudio, ha presentado en Filadelfia este estudio ya, y ahora lo hace en España. Y, entre las conclusiones destacan:

  • La evidencia científica derivada de esta investigación demuestra que la mejora en la composición corporal que ocasiona esta forma de entrenamiento y que se caracteriza por un descenso de la cantidad de grasa y un aumento de la cantidad de músculo, no se ve influenciada por la ingesta habitual de cerveza.
  • Tampoco se ha observado que dicha ingesta influencie la distribución de la grasa en la zona visceral o el área abdominal, la popularmente conocida como barriga cervecera.
  • Además, entre los principales resultados del estudio se determinó que un programa HIIT de 10 semanas no cambia el peso pero mejora significativamente la composición corporal al disminuir la masa grasa y aumentar la masa magra en adultos sanos.
  • Estos efectos positivos no se ven influenciados por la ingesta de cerveza, o su equivalente en alcohol, en cantidades moderadas. Además, la ingesta de cerveza o su equivalente en alcohol, durante el ejercicio, no afecta a la distribución de la grasa corporal.