CIRUGÍA

La septoplastia mejora la calidad vida en pacientes con el tabique nasal desviado

Una investigación publicada en 'The Lancet' confirma la mejoría apreciada en pacientes que optaron por la cirugía en lugar de otros tratamientos más conservadores y menos invasivos.

as.com

Obstrucción nasal crónica, dificultad para respirar o ronquidos son algunos daños colaterales de tener el tabique nasal desviado o torcido. Y llegado el momento puede afectar a la calidad de vida de quien lo sufre. Ahora, una investigación a cargo de expertos del Centro Médico Universitario de Radboud, perteneciente a la Universidad de Nijmegen (Holanda) confirma que la septoplastia, la cirugía para corregir esa desviación, supone una mejora sustancial.

Hasta la fecha existían dos opciones: la mencionada intervención o un tratamiento conservador y menos invasivo. A pesar de que se presuponía la eficacia de la septoplastia, no existía un consenso sobre la efectividad de este tratamiento ya que nunca se había investigado sistemáticamente con un grupo de control.

"Este procedimiento se realizó durante muchos años, pero en estudios anteriores solo se evaluaron pacientes quirúrgicos. Sin un grupo de control, nunca se sabe si una mejora observada es realmente el resultado de la intervención o debido a otros factores, como el curso natural de la condición", explica Machteld van Egmond, investigador principal.

Los científicos analizaron el efecto de la septoplastia en una muestra de 200 adultos con obstrucción nasal y un tabique desviado. La mitad de los pacientes se sometieron a una septoplastia (grupo quirúrgico) y la otra mitad a un tratamiento no quirúrgico (grupo de control) y se midieron los efectos a los 3, 6, 12 y 24 meses después del inicio del tratamiento.

Mejora sutancial

Los resultados de la investigación, publicados en The Lancet, confirman que la calidad de vida del grupo quirúrgico ya había mejorado a los tres meses y experimentó menos limitaciones en la vida diaria debido a problemas nasales. El flujo de aire nasal también aumentó después de la operación, un efecto que se mantuvo presente dos años después, y los pacientes tenían menos síntomas nasales, menos resfriados, respiraban más fácilmente y dormían mejor. Todos estos efectos fueron incluso mayores a los seis meses después de la operación y persistieron hasta el final del estudio.

Obviamente, la septoplastia no deja de ser una intervención quirúrgica y como tal entraña algunos riesgos por lo que lo primero que debe hacer alguien que presente algunos de los síntomas que acompañan al tabique nasal desviado es consultar a un otorrinolaringólogo, que resolverá cualquier duda en relación a la afección y las posibles soluciones.