NATACIÓN

Objetivo verano: 5 maneras de perder peso nadando

La natación no solo es una buena manera de refrescarse en un día caluroso, sino que también es una de las mejores maneras de perder peso, además de evitar el impacto de muchos otros deportes.

as.com

El verano ya casi está aquí, las piscinas abren en nada, y es el momento en que tú has decidido que quieres perder algo de peso y tonificar tu cuerpo. ¡Perfecto! Además, si arrastras alguna lesión, o no debes hacer por salud deportes con impacto, la natación será tu aliado perfecto.

Porque nada es uno de los deportes más completos, además de barato, fácil, puedes hacerlo solo o apuntarte a clases, y tú mismo te marcas el ritmo. Puedes llegar a perder peso siendo constante de la misma manera que si empiezas a correr.

5 maneras de perder peso nadando

Un horario planificado: no hace falta que nades todos los días, con que consigas ir de tres a cuatro días a la semana, ya será un gran reto para tu objetivo de perder peso. No debes estar horas tampoco, con que aguantes 45 minutos por clase a un buen ritmo, constante, será suficiente. Y es que ahí está el secreto, en la constancia. Puede que el año pasado llegaras a hacer 4 mil metros en una hora, y este año has vuelto a nadar y no llegas más que dos. No tengas prisa, date unas semanas y verás.

Ponte retos: y pesos, y cambia de modalidad, y exígete en algún sprint... Si nadas siempre igual, sin forzar, estarás activo, tonificado, pero sin más. Si buscas perder peso, añade resistencia a tu cuerpo en forma de muñequeras o tobilleras con peso. Termina las sesiones con la modalidad que más odies; o al revés, cuanto más fresco estés comienza con la modalidad que te agota... Es una manera de activar otros grupos musculares y llevar a tu cuerpo al extremo sin hacerte daño.

Clases profesionales: puedes pensar que nadas fenomenal, seguramente sea así, pero si un monitor te corrige, te pide más, te pide que hagas ciertos ejercicios, giros, etc... estarás forzando no sólo tu cuerpo, sino tu capacidad de reacción y hasta tu mente. Tu cuerpo se cansará más y mejorará en las zonas exactas en las que quieras. Es el toque final para perder el peso que a lo mejor solo no consigues.

Nada por la mañana: antes de desatunar es una hora muy buena, porque activas el cuerpo y ya tienes todo el día para hacer lo que quieras con todo el cuerpo descansado. omo no es factible para todo el mundo, intenta hacerlo lo más temprano posible, para que luego el cuerpo siga liberando energía, y el ritmo msucular vaya bajando lentamente... comerás más (por eso es momento también de vigilar y cuidar la dieta), pero también llegarás cansado a la noche, dormirás mejor...

No descartes el aquagym, o actividades similares que hagan en tu piscina, como la bicicleta acuática. Si añades a tus rutinas de entrenamientos estos ejercicios, intercalando entre días de natación, estarás consiguiendo fortalecer otros grupos musculares, otras articulaciones, y activando el cuerpo de otra manera a la que realizas habitualmente pero sin alejarte del medio acuático. Es ideal la piscina para embarazadas, para hacer ejercicio con calor, con altos niveles de contaminación, para personas mayores y, sobre todo, para evitar otros deportes de impacto que te pueden lesionar o agravar lesiones antiguas. Incluso si sales de una operación, el no tener resistencia será perfecto para avanzar en el fortalecimiento muscular.