Madrid: ecoturismo a menos de una hora de la gran urbe

La Comunidad de Madrid es un lugar privilegiado para los amantes de la naturaleza y el medio rural. A menos de una hora de las aglomeraciones y ajetreo de la capital, se encuentran una gran variedad de paisajes en espacios emblemáticos por su diversidad, conservación y belleza. El 39,9% del territorio es espacio protegido de la Red Natura 2000. Cuenta con un lugar declarado Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO (Hayedo de Montejo), un Parque Nacional y dos Reservas de la Biosfera que disponen de equipamientos accesibles para todos.

Su buena ubicación, en el centro de la península, permite que confluyan montañas, valles, bosques, ríos, lagunas y estepas. Estos enclaves conforman un territorio con paisajes muy distintos, con gran variedad de cultivos, huertas, pastos, viñedos y olivares.

En Madrid, se puede encontrar todo tipo de propuestas en alojamientos y actividades relacionadas con el ecoturismo, que se basa en recorrer, conocer, interpretar y disfrutar de espacios naturales, respetando el entorno y sin generar impacto sobre el medio. Permite observar una gran diversidad de especies de la fauna y flora madrileña, hacer rutas sencillas recorriendo sus bosques y cañadas para desconectar de la rutina o actividades didácticas, dónde se podrá conocer la historia geológica de sus montañas...

La región madrileña cuenta con excelentes comunicaciones, ya sea por carretera o tren, y buenas condiciones climáticas (pocos días de precipitaciones, muchas horas de sol y una temperatura media de 14,6 grados).

Se trata de una propuesta excelente y saludable que está enfocada para disfrutar en familia o con amigos de un turismo sostenible que combina naturaleza, deporte, gastronomía y cultura.

Lugares más destacados

Sierra norte

El Hayedo de Montejo, declarado Patrimonio Natural, y la Sierra del Rincón (Reserva de la Biosfera que engloba a cinco municipios), son uno de los mejores exponentes de esta comarca. Destaca la diversidad de invertebrados y anfibios. Y el buitre negro o el águila real. Cuenta con numerosos arroyos y ríos de aguas cristalinas. Como las del río Lozoya y su espectacular recorrido por la región, el mayor manantial que abastece a la región.

Sierra de Guadarrama

Esta zona se sitúa al noroeste de la Comunidad de Madrid. Cuenta en su paisaje con la montaña más alta de la región madrileña, el Pico de Peñalara, con 2.428 metros de altitud. Se pueden hacer todo tipo de rutas, disfrutar de una gran diversidad de especies animales, como el lobo en libertad o la cabra montés, recoger algunas variedades de setas y realizar actividades deportivas en plena naturaleza.

Sierra Oeste

En este lugar contrasta el relieve montañoso con otras más bajas de los ríos Alberche y Perales, de los que se puede seguir el cauce. Especies únicas de insectos, contemplar las estrellas y pasear a lomos de un burro son actividades que se pueden realizar. Las dehesas mantienen una ganadería vacuna que produce carne de calidad y queso de cabra y que complementan la riqueza agrícola de este parte de la región madrileña.

Las Vegas del Tajo y Jarama

Se trata de una zona de riberas con bosques muy frondosos al sureste de la Comunidad. Es un lugar idóneo para los amantes de la naturaleza, las especies únicas de mariposas, variedad de aves acuáticas, el entorno rural, el vino y todo lo relacionado con la apicultura y la fabricación de miel. En este enclave se encuentra Aranjuez, dónde destacan sus huertas históricas, sus paseos arbolados, los sotos, el Palacio y los Jardines, y la propia ciudad, que forman parte de su Paisaje Cultural.

Consejos para el buen ecoturista

Para ser un buen ecoturista se tienen que seguir unas pautas y normas para respetar al máximo el entorno y minimizar el impacto medioambiental. Además de disfrutar de forma segura y evitando accidentes y complicaciones.

En primer lugar, antes de empezar cualquier aventura es bueno estudiar dónde se va a realizar la actividad y dotarse de un material adecuado para observar y aprender de la naturaleza (prismáticos, GPS, colores discretos, calzado adecuado...). Una vez en el lugar, hay que utilizar los recursos naturales con moderación, como pueden ser el agua, la energía...; intentar minimizar al máximo la generación de residuos y hacerlo de la manera más limpia posible (reciclando siempre); informarse de cómo causar el menor daño posible en lugares sensibles y no alterar la fauna y flora, especialmente cuando se tratan de especies protegidas.