SALUD

Influencers en el ámbito de la salud: ¿publicidad encubierta?

La ley en muchos países especifica que cuando una publicación en redes sociales sea un anuncio por el que ha pagado una marca, se debe poner. En España no siempre se cumple.

Yuri Arcurs

Si el ámbito de la salud ya es un tema complicado para verificar las fuentes, y tener la información más solvente de primera mano, cuando se mezcla con la publicidad puede parecer que priman otros factores, aunque tal vez no sea así.

Durante décadas, la televisión, la radio y la prensa escrita han sido el lugar donde laboratorios farmacéuticos, empresas de investigación, fabricantes de productos relacionados con la salud han invertido para dar a conocer sus novedades, lanzamientos, etc... hoy el lugar donde están los usuarios no son los mencionados, sino las redes sociales en todas sus versiones.

La salud, en el foco de las redes sociales

¿Qué diferencia hay entre un influencer que cuenta su vida e introduce en su día a día un producto, a un presentador del telediario que diga un slogan pagado por una marca? Ambas situaciones pueden ser publicidad, pero parece que una está bien vista, y la otra no.

Pero va más allá. El caso de Derek Theler es significativo. Un joven con diabetes que anuncia en sus redes un dispositivo para hacer deporte y controlar la diabetes. Parece el portavoz perfecto. ¿Es publicidad? Sí. ¿Lo dice? Por supuesto. ¿Hay algo malo? Todo el mundo entiendo el mensaje, es un chico diábetico que trabaja con una marca que está enfocada justo a lo que él necesita.

Lo que ha cambiado en el ámbito de la publicidad es que ha segmentado, y la salud es uno de los nichos de mercado más potentes. ¿Madres y padres con hijos explicando las novedades de un nuevo producto enfocado a niños? Por qué no. Es posible que el mensaje sea más creíble que un actor. ¿Deportistas hablando de productos para cuidar su cuerpo? Mejor que ellos, nadie.

Saber a quién consultar es clave para tener la información correcta. as.com

El problema está cuando se buscan los portavoces equivocados. Y la marca no sólo chirría en determinada persona sino que tal vez a quien han elegido no simboliza nada para esa marca, no tiene relación y es únicamente un mero contrato. Estas situaciones son las menos porque el público lo nota en seguida. Nadie puede anunciar todo todo el tiempo, a nadie le va bien todo todo el tiempo, y si se habla de salud, hay que ser muy rigurosos.

"No me parece mal mientras se diga que es publicidad, sino es engañar y confundir", afirma la farmacéutica Ana Belén Arroyo Bañuls, de Farmacia ROMANI. "En la farmacia nos piden muchas veces consejo y lo damos por experiencia, por conocimiento, pero no nos pagan por recomendar a o b", añade.

"Hay que explicar muy bien para qué sirve cada producto porque en la farmacia nos piden para problemas que no son, o equivocan síntomas y a veces hacemos más de asesores que otra cosa", responde a Deporte y Vida.