NUTRICIÓN

6 consejos básicos para perder peso sin poner en riesgo la salud

La única dieta milagro que funciona y no necesita intervención divina es la que se hace con asesoramiento médico y sentido común.

as.com

Vayamos por partes. Perder peso no es un milagro. Por lo que cuando te hablen de dietas milagro para adelgazar huye y no mires atrás: no funcionan. Y además son perjudiciales para la salud. Dieta Dukan, dieta Atkins, dieta 'detox', dieta 'Fast 5:2', dieta 'low-fat', paleodieta... y así hasta un número indeterminado de 'soluciones' cuya eficacia está lejos de ser respaldada por la ciencia. No existen los milagros a la hora de perder peso y sí un elevado riesgo para ti.

Lo que sí provocan las mal denominadas dietas milagro es una serie de consecuencias adversas que pueden favorecer el efecto rebote, alterar el metabolismo de las personas y producir enfermedades, fomentar desnutriciones proteicas y déficit de vitaminas y minerales, desencadenar trastornos del comportamiento alimentario como la anorexia y la bulimia o producir efectos psicológicos negativos. Ni más ni menos.

6 consejos básicos a base de sentido común

Por ello, frente a las dietas milagro, compartimos contigo algunas recomendaciones que no necesitan intervención divina y con las que lograrás adelgazar, ahorrando además tiempo y dinero:

1. Lo primero es tener un propósito o una motivación. La mejor motivación de todas es perder esos kilos de más para mejorar nuestra salud. El cuerpo humano no está concebido para llevar peso extra. El sobrepeso y obesidad son factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades.

2. Tan importante es la información como la planificación. Consulta con tu médico antes de iniciar una dieta. Los profesionales de la salud saben mejor que nadie qué es lo que te conviene en función de tu situación y constitución. Traza un plan con ayuda de tu médico y ejecútalo con disciplina.

3. El ejercicio físico es vital. No encontrarás a nadie que te diga que una dieta sin ejercicio físico es más eficaz. Al igual que existen unas pautas de alimentación que se adaptan a tus circunstancias, también se puede hacer ejercicio según tus posibilidades. Más o menos exigente. Andar rápido, correr, hacer bicicleta, nadar, hacer ejercicios de cardio en casa o ir al gimnasio, son algunas posibilidades. Basta elegir la que más te guste y se adapte a ti para que se convierta en hábito.

4. La regla de las cinco comidas al día. Quizá no es tanto un problema de distribución como de calidad de las comidas, pero lo cierto es que conviene desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar, dejando un margen de al menos dos horas antes de irnos a dormir. No es bueno para nuestro organismo y metabolismo dejar pasar mucho tiempo entre comidas. Además con esta regla, podremos disminuir la ansiedad y respetar las cantidades idóneas para nuestro cuerpo. La Organización Mundial de la Salud aconseja una ingesta de 2000 a 2500 Kcal/día para hombres y de 1500 a 2000 kcal/día para las mujeres.

5. Alimentos que te ayudan. Toda buena dieta que se precie de serlo debe contener hidratos de carbono, proteínas, grasa y suficientes minerales y vitaminas. La base debe ser nuestra dieta mediterránea. Es imprescindible incorporar frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales, frutos secos, aceite de oliva y equilibrar el consumo de carne y pescado, es decir, debemos promover el consumo de productos frescos, locales y de temporada.

6. Alimentos que no te ayudan. En la medida de lo posible, evita determinados productos procesados y los precocinados. Evita también el consumo de refrescos y alcohol, deben ser algo más excepcional que habitual. Reduce el contenido de sal de tus platos y mejora la calidad de las proteínas sustituyendo las de carnes rojas por las de vegetales, pescado o huevo. Cereales sí, pero mejor si son integrales. Aléjate de los cereales azucarados y refinados. Grasas también, pero cuidando mucho la cantidad por aquello de las calorías y optando por las que aportan el aceite de oliva, el pescado azul o los frutos secos, entre otros alimentos. Evita también las salsas y los fritos. Puedes cocinar al horno, al vapor o a la plancha.

Como ves, no hemos inventado nada que no esté ampliamente documentado y respaldado por la comunidad científica. Y nada de lo comentado tiene que ver con milagros divinos o con la intervención de fuerzas sobrenaturales. El secreto es tan sencillo que no es un secreto: motivación, información, disciplina, una dieta equilibrada y hacer deporte con regularidad. El sentido común debe imponerse.