NUTRICIÓN

Neal Barnard: “El queso, adictivo y un peligro para la salud”

El periódico La Vanguardia ha entrevistado al doctor Neal Barnard, que lleva años investigando los efectos nocivos del queso sobre nuestra salud.

La Vanguardia publicó el 3 de mayo una profunda entrevista a uno de los enemigos más acérrimos del queso, el doctor Neal Barnard, que lleva más de tres décadas investigando la industria del queso y sus potenciales efectos nocivos sobre la salud.

¿Es el queso realmente nuestro enemigo? El profesor de en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Washington y autor de "La trampa del queso" (Ediciones Urano), lo tiene claro: "El gobierno de los EE. UU. recibe 140 millones de dólares cada año de la industria del queso para desviarlo a una empresa llamada Dairy Management Inc., que colabora con restaurantes de comida rápida para desarrollar y promocionar el queso en sus menús".

Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el experto en base a la entrevista con La Vanguardia:

"No importa cuánta grasa y colesterol tenga el queso; por ley, nuestro gobierno (refiriéndose a Estados Unidos) se ha comprometido a promocionarlo gracias al lobby de la industria láctea, que ha patrocinado la creación de una extensa gama de programas federales para promocionar la leche".

"Es un conflicto de intereses, porque sabemos que estos alimentos están repletos de grasas saturadas y colesterol, lo que puede contribuir a muchas de las principales causas de muerte en nuestro país, incluidas las enfermedades cardíacas, la diabetes y la obesidad"

"El calcio no tiene por qué proceder de los lácteos. Está presente en una amplia gama de alimentos mucho más saludables como las judías y hortalizas de hoja verde. La afirmación de que la leche fortalece los huesos es un reclamo comercial".

"Al igual que los estadounidenses, los europeos consumen más de 30 libras de queso por persona, en promedio, cada año. En general, los europeos consumen alrededor de 10 millones de toneladas de queso cada año. Todas las variedades de queso, incluido el suizo, no son saludables. Sólo una onza de queso suizo contiene más de 100 calorías y casi 8 gramos de grasa, la mayoría de las cuales es grasa saturada".

"El caso es que al digerirse el queso libera unas sustancias químicas llamadas casomorfinas (una sustancia estructuralmente parecida a las endorfinas que genera una agradable sensación de bienestar) y que provocan una fuerte adicción, provocando un efecto calmante muy parecido a la manera en que lo hacen la heroína y la morfina".

Estudios científicos que sí defienden el queso

El queso contiene una cantidad decente de proteína, y posee minerales y vitaminas, como fósforo, vitamina A, calcio y vitamina B12.

Según este estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, el queso, lejos de perjudicar el perfil lipídico, lo mejora, aunque posea grasa saturada y colesterol. Asimismo, en un metaanálisis que llevó más de 10 años de estudio, el queso no empeoraría los casos de enfermedad cardiovascular, algo que el doctor Neal Barnard pone en cuestión. También hace referencia a su exceso de sodio y grasa saturada, lo que contribuiría a enfermedades como la obesidad, pero este estudio publicado en Journal of Dairy Science desmiente que contribuya a la hipertensión o al sobrepeso. Las investigaciones sobre el queso tendrán que continuar, ya que la ciencia no parece ponerse de acuerdo, y desde este medio no ponemos en duda que el doctor Neal Barnard pueda tener razón en algunas de sus afirmaciones.