FISIOTERAPIA

Por qué duelen más los huesos en primavera

La temperatura del cuerpo sube y baja la presión en las articulaciones y en el líquido por los nervios sensitivos que responden a estos cambios, por eso duelen los huesos con el cambio de tiempo.

Con los cambios de estaciones, de frío al calor, y del calor al frío duelen los huesos. No es que te estés haciendo viejo, ni que los mayores tengan una sabiduría ancestral en las rodillas y en lesiones antiguas, es que nuestro cuerpo no está dando señales.

Concretamente, al llegar la primavera la temperatura sube, a la vez que se produce una bajada de la presión en las articulaciones del cuerpo y en sus líquidos. Esto es debido a que las articulaciones están provistas de nervios sensitivos(barorreceptores) que responden a los cambios en la atmósfera. Por eso hay personas que sufren dolor de huesos con el cambio de tiempo, especialmente cuando va a llover.

La primavera, el cuerpo altera

Las cicatrices son un punto clave con los cambios de temperatura. La elasticidad del tejido es menor que la de la piel normal, por lo que cuando se produce un cambio de presión y la piel se estira, a la zona cicatrizada le cuesta hacerlo más que a la normal, por eso aparece el dolor. Cicatrices de apendicitis, cesáreas, operaciones, accidentes... son realmente dolororosas.

Con el calor cuesta dormir, pero en primavera también pasamos unos días de cambios, y el insomnio es protagonista, es uno de los síntomas más populares de la astenia primaveral.

Además, con la llegada del buen tiempo apetece salir de casa, hacer más ejercicio, ponernos más en forma, despertar el cuerpo, digamos. Y duelen más las articulaciones.

Cómo evitar los dolores de huesos en primavera

Desde Fisioserv nos dan varios consejos, y el fundamental es dormir. "Dormir lo que el cuerpo necesite. La falta de sueño puede llegar a alterar el carácter, además de provocar dolor en los huesos y músculos. Por ello es recomendable dormir, al menos, 7 horas al día".

La vitamina D es una aliada para los deportistas y para el desarrollo óptimo de los huesos, fundamental además para la mineralización de los mismos y para que los músculos tengan un buen soporte. Caminar al sol para sintetizarla es clave.

"Ponerse en manos de un experto en fisioterapia para someterse a un masaje muscular es otra de las opciones al llegar la primavera, ya que reduce el estrés a la vez que disminuye el dolor en las articulaciones", afirman.

Hacer ejercicio media hora al día es lo mínimo para empezar a poner el cuerpo en marcha, tonificar, etc... una medida de mínimo para que no duelan más los huesos si no se está acostumbrado a hacer ejercicio. Además, hacer ejercicio hace que durmamos mejor y evitaremos el insomnio.

Modificar un poco la dieta añadiendo antioxidantes, alimento con vitaminas C y E y diferentes pescados, como la merluza, que contiene ácidos Omega - 3

"El yoga es una disciplina de relajación perfecta para estos casos, ya que aumenta la flexibilidad en las articulaciones y en los músculos", afirman desde el servicio de fisioterapia a domicilio.