PERDER PESO

Cómo acelerar tu pérdida de peso de manera definitiva

No existe una sola manera para perder peso, hay muchos caminos, pero hemos elegido algunos de los mejores para que logres tus objetivos.

Vojtech Vlk

El hombre promedio, en función de su estado físico, puede variar su porcentaje de grasa desde un 4% (en el caso de los culturistas de competición) hasta más de un 30%, en el caso de las personas con obesidad. No hay una sola forma secreta para perder grasa o peso, simplemente existen varios caminos que pueden conducir hacia el éxito. Solo te vamos a dar unos cuántos consejos, de los que no fallan, para que puedas implementarlos en tu día a día y acelerar definitivamente la pérdida de peso que tanto andas buscando.

Más proteína. Alrededor del 25-30% de las calorías por cada gramo de proteína se queman en la digestión, en comparación con solo el 6-8% de las calorías procedentes de los carbohidratos. Haz los cálculos: ahorrarás 41 calorías cada vez que sustituyas 50 g de proteína por la misma cantidad de carbohidratos.

Ojo con las etiquetas. Evita los alimentos con "jarabe de maíz con alto contenido de fructosa" en la lista de ingredientes. Desde 1971, el consumo de este sustitutivo del azúcar (que se usa para endulzar refrescos, productos horneados comerciales e incluso condimentos) ha aumentado más del 350% en los Estados Unidos, en paralelo al aumento de la obesidad.

Alterna movimientos. Si tu objetivo principal es la pérdida de peso, trata de hacer superseries o hacer varios ejercicios en un corto espacio de tiempo para no dar tiempo a tu cuerpo a que descanse y quemar más grasa corporal. Por ejemplo, puedes alternar unas series de tren superior con otras de tren inferior, para que así puedas descansar uno de los dos mientras haces el otro.

Rompe récords. Ponte a prueba para correr más lejos en la misma cantidad de tiempo, incluso si solo son 100 o 200 metros, en cada entrenamiento. Esto asegurará que siempre quemarás más calorías de un entrenamiento al siguiente. No te limites a hacer siempre el mismo ejercicio cardiovascular y rompe tus metas.

Controla las porciones. Lógicamente, no es lo mismo a la hora de perder peso hacer cuatro comidas con el plato lleno que cuatro comidas con el plato a la mitad o a dos tercios de su plenitud. Si somos capaces de controlar las porciones, o incluso de pesarlas, estaremos ganando la batalla de los macronutrientes, algo fundamental a la hora de perder grasa corporal.

Primero pesas, después cardio. Si hacemos ejercicio cardiovascular antes de las pesas, llegaremos a las máquinas más cansados y con menor energía, porque habremos desaprovechado gran parte de nuestro glucógeno en el cardio. Si hacemos nuestra sesión de pesas antes, nuestro glucógeno se habrá vaciado en mayor medida, y llegaremos al ejercicio cardiovascular de forma óptima para quemar grasas.

Más alimentos ricos en fibra. Considéralos los "buenos carbohidratos". Su volumen ocupa más espacio en el estómago, lo que ayuda a sentirnos satisfechos y a comer menos. Avena, legumbres, frutos secos...solo se trata de elegir bien.

Mejor agua que refrescos. No nos cansaremos de repetirlo: si tienes sed, bebe agua. Los refrescos (también los refrescos dietéticos que no llevan azúcar) no promueven ningún tipo de pérdida de peso. Afectan adversamente el metabolismo al desregular la respuesta correcta a la insulina y el manejo de carbohidratos.

No hacer la compra con el estómago vacío. Tendrás muchísimas más posibilidades de comprar productos insanos en el supermercado si vas a hacer la compra con el estómago vacío, ya que nuestro cuerpo es inteligente y sabe que quiere comer cualquier cosa, sea lo que sea, con tal de mantenerse lleno. Primero come, después haz la compra.

Controla tu ansiedad. Desgraciadamente, hay personas cuyos niveles de ansiedad se desatan y lo pagan con la nevera, mientras otros tienen otros problemas. Si no controlamos nuestros niveles de cortisol, el estrés se eleva y provoca que comamos más productos no recomendables a la hora de perder peso.