NUTRICIÓN

Pequeños detalles que te están haciendo engordar poco a poco

Una persona promedio gana entre 0,5 y 1 kg cada año. Por ello, cuidar al máximo nuestra rutina diaria puede evitar que engordemos más de la cuenta.

Askmen

Cada persona puede ganar entre 0,5 y 1 kg de peso al año según este estudio, lo que podría equivaler a entre 5 y 10 kg por década. Comer saludablemente y hacer ejercicio regularmente puede ayudar a prevenir este aumento de peso. Sin embargo, a menudo son los pequeños detalles los que cuentan a la hora de acumular kilos de más. Te contamos cuáles son para que los evites en la medida de lo posible.

Comer demasiado rápido. Hoy en día, las personas están más ocupadas que nunca y tienden a comer a toda velocidad. Desafortunadamente, comer rápidamente puede estar haciendo que ganes grasa de más. Algunos estudios como éste demuestran que las personas que comen de manera veloz tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad. Intenta reducir la velocidad de forma consciente masticando más y comiendo bocados más pequeños.

No beber casi agua. Los estudios estiman que hasta el 16-28% de los adultos están deshidratados, y que las personas mayores corren un mayor riesgo en este sentido. No beber suficiente agua puede hacerte tener sed. Curiosamente, la sed puede confundirse con un signo de hambre o antojos de alimentos insanos por parte del cuerpo, por lo que estar correctamente hidratado puede jugar un papel fundamental en la ganancia, mantenimiento o pérdida de peso.

Demasiadas horas en una silla. En los países occidentales, el adulto promedio se sienta de 9 a 11 horas por día, sin contar con el tiempo que pasamos durmiendo, lo que además aumenta el riesgo de mortalidad. El análisis citado anteriormente de seis estudios de casi 600.000 personas encontró que los adultos que se sentaban por más de 10 horas al día, como el trabajador de oficina promedio, tenían un 34% más de riesgo de muerte prematura. El ejercicio, por tanto, es fundamental en nuestras rutinas diarias.

Falta de sueño. La falta de sueño está fuertemente relacionada con el aumento de peso, como demuestra este estudio. Esto se debe a muchos factores, incluidos los cambios hormonales y la falta de motivación para hacer ejercicio. Lo que es peor, las personas que no duermen lo suficiente son más propensas a ganar grasa abdominal o grasa visceral. Tener más grasa visceral está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como la enfermedad cardíaca y la diabetes.

No comer suficiente proteína... La falta de proteínas en tu dieta puede hacer que ganes grasa, ya que además este macronutriente se caracteriza por ser muy saciante. Estudios también han demostrado que una dieta alta en proteínas puede ayudar a aumentar nuestro metabolismo y preservar la masa muscular, dos factores importantes para mantener un peso saludable. Intenta comer alimentos ricos en proteína como huevos, pescados o ternera.

Ni fibra. La fibra ayuda a controlar el apetito para mantenernos más llenos durante más tiempo. Un estudio demostró que comer 14 gramos adicionales de fibra por día puede disminuir el consumo de calorías hasta en un 10%. Esto podría llevar a una pérdida de hasta 1,9 kg durante cuatro meses.

Demasiadas grasas saludables. Las grasas saludables como el aguacate, el aceite de coco y el aceite de oliva son una parte importante de una dieta. Sin embargo, demasiado tampoco quiere decir bueno, sobre todo en cuestiones de peso. Por ejemplo, una cucharada sopera de aceite de oliva contiene 119 calorías. Si agregas varias cucharadas de aceite a las comidas, las calorías pueden acumularse rápidamente.

Beber varios cafés con leche al día. Esta bebida popular no solo es energizante, sino que también está cargada de antioxidantes y nutrientes beneficiosos. Por el contrario, la investigación muestra que más de dos tercios de los estadounidenses lo toman con crema, azúcar, leche y otros aditivos, lo que puede hacer que no sea tan saludable. Esto significa que el hábito de beber demasiado café podría estar contribuyendo al aumento de grasa corporal.

Horarios irregulares de comidas. Aunque retrasar una comida de vez en cuando no es dañino, comer constantemente en momentos irregulares puede ser perjudicial para la salud y para la cintura. Lo más preocupante es que las personas que tienen horarios de comida irregulares tienen un mayor riesgo de enfermedades crónicas. Esto incluye el síndrome metabólico, la enfermedad cardíaca, la resistencia a la insulina y el control deficiente del azúcar en la sangre.