¿No entrenas porque estás de bajón? Oblígate, es la mejor cura

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pondera la depresión como la primera causa de discapacidad a nivel mundial, afectando a más de 300 millones de personas. Se ha demostrado que la actividad física de cualquier tipo ayuda a tratar los síntomas de la depresión y la ansiedad. Sí, cualquier tipo de deporte es bueno para tratar tus bajones. Sin embargo, está claro que el desafío para una persona que padece una depresión es seguir una rutina correcta de ejercicio, ya que esta condición le impide hacer su vida con normalidad, se siente con desgana y no se ve capaz de entrenar.

Según un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Michigan, esto cambiaría si los responsables de salud mental comenzaran a prescribir ejercicio de manera regular, además de otros medicamentos indicados para el tratamiento de estas patologías.

Los investigadores preguntaron a 295 pacientes que reciben tratamiento en una clínica de salud mental sobre los efectos que el ejercicio tiene en sus emociones. Los resultados fueron inequívocos: más del 80% de los pacientes consideró que el ejercicio a menudo ayudaba a reducir la ansiedad y mejoraba el estado de ánimo.

Casi la mitad de los pacientes dijeron que estarían interesados en conversar con su terapeuta acerca del ejercicio, y muchos dijeron que querrían recibir consejos continuos al respecto. En general, el 85% dijo que les gustaría hacer más ejercicio. Sin embargo, el problema radica en que más de la mitad de ellos citaron sus estados de ánimo como una razón por la que no se mueven al gimnasio o se calzan las deportivas para ir a correr por la calle.

"La actividad física ha demostrado ser efectiva para aliviar la depresión y la ansiedad de leves a moderadas", dijo la autora principal del estudio, Carol Janney. "Las pautas actuales de actividad física aconsejan al menos 30 minutos, cinco días a la semana para promover la salud mental y física, sin embargo, muchos de los encuestados no cumplían con estas recomendaciones".

Solo el hecho de salir a caminar treinta minutos todos los días consiguen alejar el fantasma de la depresión, y según investigadores de la Universidad de Tecnología de Queesland, la práctica de 150 minutos de ejercicio a la semana, en cualquier disciplina, como puede ser natación, correr, baile, tenis o deportes de contacto, consiguen efectos tan positivos como la toma de un medicamento antidepresivo. Y además, de forma natural.

La conclusión principal es que si estás deprimido y lo último que te apetece hacer en el día es practicar ejercicio físico, trata de motivarte, ya que precisamente en esos días te vendrá genial una buena sesión de sudor para aliviar tu estado de ánimo.