NUTRICIÓN

Las galletas que estás comiendo también son bollería industrial

Bajo el camuflaje de “sin azúcares añadidos”, “con fibra”, etcétera, encontramos alimentos como las galletas que tampoco tienen los nutrientes más adecuados.

Mil recetas

Sí, las galletas son un problema, pero no lo vemos. Se las damos a los niños en el desayuno, en la merienda, incluso tú te las llevas a la universidad o al trabajo pensando que no es un alimento tan malo como un bollo. Pero te equivocas, ya que la inmensa mayoría de las galletas llevan exactamente los mismos ingredientes que los productos ultraprocesados y bollos industriales.

Mala calidad de nutrientes

Se insiste tanto en el consumo de verduras, hortalizas, frutas, pescados azules, huevos, frutos secos o avena porque poseen nutrientes de verdad, esto es, vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita para funcionar correctamente. A cambio, a través de las galletas solo le estás dando azúcares simples de alto índice glucémico y mala calidad, ya que éstos son productos ultraprocesados.

Eso, sin contar claro, con la cantidad de grasas trans, aceite de palma, aditivos, sal y otros productos que también contienen este tipo de galletas, como pueden ser las Tosta Rica de toda la vida o las Chiquilín. Definitivamente, no parece el mejor desayuno o merienda que le podemos a dar a nuestros niños para que crezcan sanos.

Las galletas Príncipe, por ejemplo, llevan un 32% de azúcar por cada 100 gramos: Harina de trigo 46%, azúcar, grasa de palma, cacao desgrasado en polvo 4,7%, jarabe de glucosa, almidón de trigo, leche desnatada en polvo, gasificantes (carbonato ácido de amonio, carbonato ácido de sodio, difosfato disódico), lactosa y proteínas de leche, sal, leche entera en polvo, aceite de nabina, emulgentes (lecitina de soja, lecitina de girasol), aroma.

No es mejor que un bollo

El problema, por tanto, es de aspecto y marketing de producto que de otra cosa respecto a la bollería industrial: solo cambia la forma y el envase.

Podemos decir sin lugar a dudas que no es muy diferente una galleta de un bollo comercial y que ambos son alimentos altamente procesados, cargados de grasas de mala calidad, azúcares añadidos y harinas refinadas y tienen componentes adictivos para nuestro organismo. Por eso, olvida las galletas si crees que son mejores opciones que consumir un bollo.

Niños y adolescentes, los que más azúcar consumen

La revista científica Nutrients ha publicado recientemente la investigación 'Ingesta dietética de azúcares (añadidos e intrínsecos) y fuentes alimentarias en la población española: resultados del estudio científico ANIBES'. De él se extrae que la población infantil de 9 a 12 años "es el grupo de edad con la mayor ingesta total de azúcares, ésta se sitúa en los 91,6 g/día, lo que supone el 18,8% de la energía total", y en el caso de los adolescentes, son los que tienen una mayor ingesta de azúcares añadidos, (45,9 g/día de una ingesta total de azúcares de 88,4 g/día).

Una gran cantidad de los azúcares que consumen los más jóvenes proviene de este tipo de galletas.