PSICOLOGÍA

Las señales que te dicen que estás harto de tu trabajo

¿Vives para trabajar o trabajas para vivir? Te decimos las señales que indican que estás cansado de tu trabajo y que podría venirte bien un cambio.

Zlatko Kostic

Buscar el equilibrio en nuestra vida siempre es muy complicado. Familia, amigos, pareja, deportes, aficiones...y el trabajo. De él depende en gran medida nuestra calidad de vida, pero un trabajo en el que no estamos a gusto también puede quitarnos salud. Te contamos cuáles son las señales de que algo no funciona, y que deberían plantearte la siguiente cuestión: ¿sería mejor buscar otro destino laboral?

No te sientes valorado

Si, vamos, que crees que podrías hacer más cosas de las que te encargan. Cuando una persona siente que su trabajo no se valora lo suficiente, puede entrar en un bucle de pensamientos negativos que afecten a su calidad de vida diaria. Puede que estén contentos contigo, pero tú no lo percibas. Si estás en esa situación y necesitas una dosis de autorrealización, quizá sea hora de buscar nuevos retos.

No te pagan lo suficiente

Al contrario que el caso de no sentirse valorado, quizá tu trabajo sea demasiado indispensable y notes que no te están pagando lo suficiente por llevarlo a cabo. En ese caso, plantéate si eres capaz de hacer frente a todos tus gastos con tu actual trabajo, y también piensa si en otro podrías percibir una remuneración más adecuada a tu experiencia y cualidades. Siempre estás a tiempo de cambiar a mejor.

No te llevas bien con la gente

Simplemente, no conectas. Algunos no te caen ni bien ni mal, pero en tu departamento te sientes aislado y no tienes con quien tener una conversación agradable. Es uno de los casos más frecuentes y que peor lleva la gente, ya que no hay nada peor que tener una mala relación con los compañeros de trabajo. Llegados a ese punto, quizá sea el momento de tener unas palabras con algún amigo para que te aconseje, ya que seguro que los hay en una situación parecida.

Tienes ansiedad

Si cada vez que tienes que acudir a una reunión importante o el simple hecho de llegar a tu lugar de trabajo de provoca palpitaciones, dificultades para respirar o cualquier otro síntoma característico de la ansiedad, puede que sea hora de revisar si estás así por el propio trabajo o por otros factores externos de tu vida. En caso de que tu ansiedad sea por motivos laborales, consulta con un profesional, ya que quizá haya llegado el momento de cambiar de aires.

Los domingos te deprimen

Cuando una persona es feliz en su trabajo, los domingos los suele disfrutar como un día más del fin de semana. Si tú en cambio te metes en un bucle de pensamientos negativos ante la llegada de lunes, quizá tu trabajo no te satisfaga.

Estás irritable

Todos tenemos nuestros momentos de mejor o de peor humor, pero si el estar irritable es una constante en tu día a día, deberías preguntarte si es el trabajo lo que te causa ese estado de ánimo que perciben las personas de tu alrededor. De hecho, si algún amigo o familiar se molesta ante tus contestaciones o tu manera de actuar, deberías pensar si estás demasiado centrado en el trabajo o éste te está complicando la vida.