FITNESS

Por qué es mejor hacer el cardio después de las pesas

Oscar 2019 en directo: premiados y la gala en vivo

Entrenamiento.com

Hay muchas personas que llegan al gimnasio y no saben qué hacer primero, si el ejercicio cardiovascular o las pesas. Pues bien, para cualquiera que sea el objetivo, ya sea añadir tamaño muscular o perder una mayor cantidad de grasa, lo mejor será hacer el cardio después de las pesas, y te explicamos por qué.

Nuestro cuerpo tiene una determinada energía, almacenada en forma de glucógeno en nuestros músculos, sobre todo si hemos realizado una buena ingesta de comida previa al ejercicio, un punto sumamente importante para llegar con las suficientes reservas de alimento al gimnasio y no desfallecer durante el entrenamiento.

Tanto si nuestro objetivo es ganar músculo como si es perder grasa, la elección está clara: mediante las pesas usaremos todo nuestro glucógeno y conseguiremos tener mayor fuerza que si lo hacemos a la inversa. Esto es, si hacemos ejercicio cardiovascular antes de las pesas, llegaremos a las máquinas más cansados y con menor energía, porque habremos desaprovechado gran parte de nuestro glucógeno en el cardio. Si hacemos nuestra sesión de pesas antes, nuestro glucógeno se habrá vaciado en mayor medida, y llegaremos al ejercicio cardiovascular de forma óptima para quemar grasas.

El gran problema es la fatiga previa que causará hacer primero el ejercicio aeróbico. Por ello, además, no aseguraremos una óptima hipertrofia muscular (conseguir hacer nuestros músculos más grandes) si no conseguimos levantar los mismos pesos nada más llegar al gimnasio que tras un ejercicio cardiovascular de intensidad suave o moderada.

Nos costará más mover pesos más grandes, ejecutarlos y necesitaremos más descansos entre series por causa de la fatiga previa a la que hemos sometido al cuerpo haciendo primero el ejercicio aeróbico. Resultado: habremos descargado previamente el glucógeno que teníamos y que podríamos haber empleado mejor en hacer las pesas primero.

Recuerda que las pesas son un ejercicio anaeróbico, para el que se requiere glucógeno, y no quemaremos grasas al practicarlo. Por el contrario, el cardio es un ejercicio aeróbico, y con una intensidad y duración suficientes, si podremos conseguir quemar la cantidad de grasa que deseamos. Además, para optimizar las ganancias de masa muscular, lo ideal es dejarnos nuestra piel primero en los hierros.