DEPORTE

¿Qué son las agujetas y cómo podemos luchar contra ellas?

Las agujetas o dolor muscular de origen retardado (DOMS por sus siglas en inglés) suelen aparecer después de hacer ejercicio físico intenso.

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Son inevitables, pero podemos minimizarlas. Cuando llevamos un tiempo de parón, o bien cuando hemos realizado un ejercicio físico muy intenso, aparecen las temidas agujetas, también conocidas como "dolor muscular de origen retardado" o DOMS por sus siglas en inglés. Es algo completamente natural y no tenemos por qué temerlas, aunque sí pueden llegar a ser muy molestas y dejarnos completamente baldados.

¿Por qué tenemos agujetas?

Pero, ¿qué son las agujetas y por qué se producen? Una de las teorías, ya desechadas hace tiempo por ser falsa, era la de que son cristales de ácido láctico que se formaban en el músculo tras el ejercicio. La más aceptada por lo tanto en la comunidad científica es la de las microrroturas de fibras musculares, que menciona que el dolor y la inflamación se producen debido al número de microfibras rotas durante la práctica del ejercicio. Otra teoría, bastante similar a la anterior, es la de que en la zona entrenada se producen microlesiones por el calor acumulado durante el entrenamiento.

Existen ciertos mitos que rodean a estas molestas sensaciones, como la de que beber agua con azúcar ayuda a mitigar las agujetas (por culpa de la falsa teoría de los cristales de ácido láctico). Esto es completamente falso y no sirve para nada, ya que el azúcar no tiene ningún efecto demostrable que actúe sobre las microrroturas musculares que se producen tras el ejercicio físico de cierta intensidad. Además, es inevitable que trates de luchar contra ellas antes de hacer deporte: van a aparecer, y las tendrás que sufrir.

Las agujetas pueden llegar a ser muy molestas.

Cómo luchar contra las agujetas

¿Pero qué podemos hacer para minimizarlas al máximo? Al contrario de lo que pueda parecer, practicar deporte y tener agujetas no está contraindicado. Lógicamente te costará más rendir a tu nivel habitual y probablemente no puedas esforzarte demasiado sobre la zona afectada, pero un ejercicio ligero puede ayudarte a combatirlas.

En el caso de las piernas, por ejemplo, si hemos realizado una rutina de entrenamiento de fuerza, hacer veinte minutos suaves de bici estática o elíptica pueden ayudarnos a rebajar la inflamación tras el entrenamiento. Un ejercicio de baja intensidad puede ayudarnos. Dependiendo del dolor muscular que tengamos, podremos volver a entrenar con normalidad la zona afectada en 4 o 5 días, hasta que ésta se haya recuperado del todo.

Como las agujetas son el resultado de una inflamación, lo más aconsejable en caso de que sean extremadamente debilitantes es tomar un antiinflamatorio como el ibuprofeno, aunque no conviene abusar de él y no deberíamos acostumbrarnos a tratarlas de esta manera. Solo sería necesario en casos muy, muy puntuales. Asimismo, el uso de la aspirina se ha demostrado ineficaz.

Otra de las opciones, mucho más recomendable que tener que usar fármacos, es darnos un masaje en la zona afectada. Por algo los grandes deportistas de élite tienen fisioterapeutas que les masajean tras la realización de un gran esfuerzo. En casos más agudos, éstos pueden recurrir también a la crioterapia o incluso a la electroestimulación.

Para concluir, lo mejor que podemos hacer contra las agujetas es:

- Darnos un masaje

- Tomar un ibuprofeno en caso extremo

- Hacer ejercicio de baja intensidad

- Recuperarnos adecuadamente

- Asegurarnos de tomar proteína en las comidas para acortar la recuperación