MEDIO AMBIENTE

Fotosíntesis artificial: el futuro de la sostenibilidad ya está aquí

El nombre de esta fotosíntesis artificial se ha llamado "hoja biónica 2.0"

Hace un año, un equipo de la Universidad de Harvard, liderado por el profesor Daniel Nocera, desarrolló una hoja biónica que convierte la energía solar en combustible líquido. El objetivo, que en zonas con agua contaminada o tierras poco fértiles, la agricultura prospere.

El nombre de esta fotosíntesis artificial se ha llamado "hoja biónica 2.0. El profesor Nocera y su equipo demostraron en la presentación realizada en la 253 Reunión Nacional y Exposición de la Sociedad Química Americana (ACS): que esta hoja "biónica" utiliza bacterias, luz solar, agua y aire para hacer fertilizantes en el suelo donde se cultivan.

Un gran avance para las energías renovables y que puede llegar a dejar de lado la dependencia que tenemos de los combustibles fósiles y la contaminación que producen.

Según las Naciones Unidas, dentro de una generación, nuestro planeta tendrá unos 2.000 millones más de habitantes. Y para ello será necesario aumentar la producción de alimentos en un 30%. Pero esto no se puede hacer con tierras robadas a selvas y bosques para asignarlos a la agricultura. Una de los objetivos es que las cosechas rindan más. Y eso es lo que habría conseguido el equipo de Nocera.

"Cuando se tiene un gran proceso centralizado y una infraestructura masiva, se puede hacer y entregar fácilmente fertilizantes - explica Nocera -. Pero si dijera que ahora tienes que hacerlo en una aldea en la India, con aguas contaminadas, es imposible. Los países más pobres en el mundo emergente no siempre tienen los recursos para hacer esto".

Daniel Nocera La hoja biónica realiza la fotosíntesis de manera artificial Harvard University

La tecnología al servicio de la alimentación

Si la primera hoja era un dispositivo que, cuando se exponía a la luz del sol, imitaba una hoja natural dividiendo el agua en hidrógeno y oxígeno, este nuevo desarrollo se basa en un sistema en el cual las bacterias Xanthobacter fijan el hidrógeno de la hoja artificial y el dióxido de carbono de la atmósfera para hacer un bioplástico que las bacterias almacenan dentro de sí mismos como combustible.

El sistema ahora puede convertir la energía solar en biomasa con un 10 % de eficiencia, dijo Nocera, muy por encima del 1 % visto en las plantas de más rápido crecimiento. El nuevo sistema biónico marca el cumplimiento de la promesa de la "hoja artificial", que utiliza la energía solar para dividir el agua y hacer combustible de hidrógeno.