BOCADOS

7 cosas que hay que hacer antes de una comilona para no engordar

Descansar como es debido o comer una pieza de fruta te pueden ayudar a superar con éxito esa comilona que tanto temen tus kilos de más

Cumpleaños, bodas o las ya (por fortuna para nuestra línea) pasadas Navidades. Hay múltiples y variadas ocasiones en las que no te queda más remedio que abrir el pico en exceso, pero con cuidado, porque podrías perder el control sobre la báscula. Una de las claves podría estar en no dejar que las comilonas estén absolutamente restringidas en tu dieta. Según Susana Valdelvira, nutricionista y coach nutricional, "aun siguiendo una dieta hay que tener algunas comidas especiales ocasionalmente." La nutricionista defiende la dieta no como un paréntesis en la forma de alimentarse, sino como una reeducación para aprender una forma de comer saludable que se pueda mantener toda la vida. "Gestionar durante este tiempo los posibles excesos es una parte más de esta educación nutricional. La restricción total es el camino más rápido hacía el descontrol. La planificación semanal o quincenal de estas comidas te irá preparando poco a poco para llegar a ellas con menor nivel de ansiedad", concluye. A lo que Guillermo V. Rodríguez, nutricionista y Personal Eating Trainer añade que "otra de las claves estaría en mantener el equilibrio antes y después de la gran comida. Por ejemplo, si la comida es el sábado nos organizaremos el jueves, viernes y el domingo. Evitando alimentos fritos, rebozados, empanados y salsas. Tanto antes como después". Una vez que sabemos la teoría básica procedamos a la práctica:

1. Duerme bien la noche anterior. Es fundamental para que funcione bien tu sistema de regulación de apetito. La Dra. Ana Luzón, directora de la clínica Nutrición y Estética y Vicepresidente de la Asociación Española de Gastronomía y Nutrición afirma que "conviene descansar antes de una comilona. Un mínimo de 7 u 8 horas para tener todo el sistema tanto inmunológico como endocrino funcionando de manera óptima".

2. No llegues muerto de hambre a la comida importante, ni suprimas ninguna comida previa al atracón. A quien piense que el día que se va a dar un homenaje es mejor tomarse un café pelado para no sumar más calorías: se equivoca. La nutricionista nos aclara que "eso no funciona. Es mejor haber hecho las comidas normales antes de hacer la comida importante. Primero porque no vas a llegar tan hambriento. En segundo lugar, porque si entras en fase de ayuno lo primero que hace el cuerpo es ralentizar el metabolismo porque entra en mecanismo de defensa y ahorro. Lo que ocasiona que en el momento en el que le ingieras grandes cantidades de comida te va a engordar más que si se ha evitado el ayuno previo".

3. Toma una pieza de fruta media hora antes. La fructosa (el azúcar de la fruta) tiene un paso rapidísimo a sangre, lo que hace que suban los niveles de glucosa más rápidamente. Siendo estos niveles de glucosa uno de los detectores para el Centro de Apetito del cerebro, para generar la sensación de hambre. "Por ello, si llegas con un nivel de glucosa a la comida, vas a comer menos", comenta la médico nutricionista. Eso sí, la doctora aconseja no tomar un plátano porque tiene una cantidad importante de calorías; pero cualquier fruta roja, kiwi, piña o cítrico media hora antes siempre es una opción ganadora.

4. Bebe un vaso de agua. En primer lugar, por el volumen que te genera en el estómago, ya que la dilatación gástrica es otro de los indicadores para el Centro de Apetito. Por otro lado, si has bebido o bebes bastante líquido durante la comida tomarás menos sólido (es una cuestión de espacio). Puede ser agua o cualquier otra bebida light. "En caso de estar por ejemplo, en un cóctel en vez de lanzarte a la copa de vino o de cerveza, un zumo de tomate que tiene menos calorías puede ser una opción mejor", comenta la nutricionista.

5. Selecciona bien el menú. Luzón incide en que "no hay que fijarse tanto en la cantidad como en la composición de lo que te están ofreciendo". Insistiendo en que hay que ser más moderados en el consumo de grasas. Respecto al alcohol incide en que hay que tener cuidado porque son calorías vacías, cada gramo de alcohol son 7 kilocalorías, no tienen utilidad nutricional, salvo para generar grasa si hemos tomado más calorías de las necesarias. Lo ideal sería no pasar de copa o copa y media durante la comida.

6. Haz ejercicio. Cuando haces ejercicio segregas endorfinas. La morfina es un análogo de las endorfinas naturales que todos tenemos y que disminuyen el apetito. "Lo que pasa es que para segregar una cantidad importante de endorfinas hay que hacer un ejercicio muy intenso, de una cierta consistencia y ese efecto no dura tanto tiempo. De cualquier forma, habremos hecho un consumo energético mayor, lo que nos aumenta el margen de lo que podamos comer sin engordar En principio sí que modera el apetito", explica la médico nutricionista.

7. Toma mentol. En un estudio realizado por los investigadores de la Universidad Jesuita de Wheeling tuvieron voluntarios inhalando el olor del aceite de menta cada dos horas durante cinco días seguidos. Al final del estudio, los voluntarios registraron niveles significativamente más bajos de hambre, y también tomaron 3.485 calorías menos de lo habitual durante el transcurso de la semana. Los autores llegaron a la conclusión de que el olor fuerte es una distracción y mantiene tu mente fuera de tu apetito.