El mundo del skate está de luto tras el fallecimiento de Patti McGee (tranquilamente en casa, según informa su hija). La pionera del skate femenino, que brilló en los años 60, ha dejado una huella imborrable en este deporte. Su influencia y legado han acompañado el crecimiento del skateboarding durante más de medio siglo, inspirando a generaciones de mujeres a seguir sus pasos sobre la tabla.

McGee fue la primera campeona nacional femenina de skate en 1964 (en la meca del skate, EEUU) y, un año después, se convirtió en la primera skater en aparecer en la portada de la revista Life. Esa imagen, que mostraba a Patti deslizándose con los brazos abiertos, capturó la esencia de la libertad y el espíritu de aventura que representaba el skate en sus inicios.

También apareció en la portada de Skateboarder Magazine y en programas de televisión de la época como The Dick Clark Show, consolidándose como una figura mediática que ayudó a popularizar este deporte.

Miki Vuckovich, exmiembro de la revista Transworld Skateboarding, recordó a McGee en un emotivo post de Instagram: “La última vez que vi a Patti fue hace dos semanas en Oceanside, en un evento para jóvenes skaters adaptados. Estaba allí animando, más de medio siglo después de ganar su primer campeonato”. Vuckovich destacó cómo, hasta el final, McGee continuó apoyando a las nuevas generaciones y compartiendo su pasión por el skate. “Ella y su hija siempre estaban presentes en eventos grandes y pequeños, manteniendo viva la historia del skate y conectándola con nuevos grupos que antes no se sentían representados en el deporte”, añadió.

Patti McGee no solo fue una skater talentosa, sino también una embajadora incansable del deporte. Su trabajo con Hobie Skateboards y Vita Pak la llevó a recorrer Estados Unidos, ofreciendo shows y presentando el skate a una audiencia más amplia. En una época donde este deporte era considerado marginal, McGee fue clave en abrir el camino para futuras generaciones, especialmente mujeres, en un entorno dominado por hombres.

El legado de McGee va más allá de sus logros deportivos. Su estilo, carisma y perseverancia rompieron barreras culturales y de género, dejando una marca indeleble en la historia del skateboarding. Su influencia se extiende hasta hoy, en una época donde el skate femenino ha experimentado un auge, en parte gracias a los cimientos que Patti ayudó a poner.

Las redes sociales se llenaron de homenajes tras su fallecimiento, destacando su humildad y el impacto monumental que tuvo en la cultura del skate. Como escribió Vuckovich: “La reina ha muerto. Larga vida a la reina”. Patti McGee siempre será recordada como una verdadera leyenda.

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