Un jueves épico en Cloudbreak: sesión de surf gigante para la historia
Igual que los mejores surfistas de olas grandes del mundo, Tim Bonython cogió su cámara y puso rumbo a las Fiji para documentar una marejada tan gigante como perfecta.
En un día que quedará grabado en los anales de la historia del surf, el pasado jueves 7 de marzo, la mítica ola de Cloudbreak ofreció una sesión sin precedentes, dejando una marca imborrable en la memoria de los amantes de este deporte de acción. Surfistas de renombre mundial como Nathan Florence, Billy Kemper, Jo Jo Roper, Benji Brand, Soli Bailey y los hermanos Coffin fueron testigos y protagonistas de una jornada que superó todas las expectativas.
El clima perfecto, la marea en su punto justo y un grupo de surfistas excepcionales se unieron para crear una atmósfera única en uno de los destinos más bellos del planeta. Desde tempranas horas, las condiciones en Cloudbreak prometían algo especial, y no defraudaron. Olas de 18 a 20 pies (hasta 6 metros) rompían con una perfección inigualable, desafiando incluso las expectativas más altas. Y allí estba Tim Bonython, swell chaser con su cámara de surf, para documentarlo con un amplio resumen:
Para muchos de los presentes, esta jornada se erigió como la mejor de sus vidas en el agua. Cada surfista que se aventuró en las profundidades de Cloudbreak tuvo la oportunidad de experimentar momentos épicos, con tubos imponentes y olas memorables. Desde los más experimentados hasta los novatos (novatos en Cloudbreak, no en el surfing), todos compartieron el privilegio de enfrentarse a una ola que se alzaba como una auténtica leyenda.
Los testimonios de quienes participaron en esta sesión histórica son elocuentes. Desde la emoción palpable en las palabras de Nathan Florence hasta la incredulidad de Benji Brand, cada relato confirma la magnitud de lo vivido aquel día. Para muchos, esta experiencia superó cualquier otra en sus largas trayectorias como surfistas. Florence, por cierto, nombrado mejor surfista de olas grandes de la última temporada, también lo grabó y publicó un capítulo en YouTube sobre cómo se vivió desde el agua:
El ambiente en el agua fue de camaradería y respeto mutuo. A pesar de la magnitud de las olas, no hubo espacio para el egoísmo o la competencia desleal. Cada uno de los surfistas presentes disfrutó de su momento en la ola, compartiendo la magia de Cloudbreak en una jornada que quedará grabada en la memoria colectiva de la comunidad surfista.
Es importante destacar el papel fundamental del equipo técnico y de apoyo que hizo posible capturar estos momentos inolvidables. Desde los operadores de drones (Tucker Wooding Media) hasta los conductores de botes Thomoas Kini), cada persona involucrada contribuyó a documentar este evento para la posteridad