Un día de surf invernal en la ola Drácula
La ola Drácula, una de las más poderosas y temidas de Marruecos, ofrece un espectáculo único cuando el invierno trae los grandes swells del Atlántico.


En la costa atlántica de Marruecos, entre Taghazout y Tamri, se esconde una de las olas más intensas y salvajes del norte de África: Drácula. Su nombre no es casual. Las afiladas rocas del fondo, parecidas a los colmillos del célebre vampiro, han dejado su marca en más de un surfista. Otros aseguran que la verdadera razón está en las heridas que provoca su complicada entrada y salida, donde los erizos y el coral son parte del paisaje.
El filmmaker y surfista Ayrton Vaquer captó en su corto A Surf Day in Winter in Morocco la potencia y belleza de este lugar durante un gran swell invernal. “Recuerdo mirar el parte y saber que se venía algo grande”, comenta en el video. “Cuando llegamos a Drácula, el mar estaba perfecto. Mis expectativas eran altas, pero la realidad las superó por completo”.
Ese día, la ola ofrecía paredes limpias y largas secciones tuberas, en una sesión que reunió a surfistas locales e internacionales. “Ver a algunos riders conocidos por sus vídeos y películas surfear aquí fue increíble”, añade Vaquer. “Fue uno de los mejores días de invierno en Marruecos”.
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Drácula no es una ola para cualquiera. Solo funciona con direcciones muy concretas de swell y exige precisión y experiencia. Cuando el viento del este sopla fuerte, aguanta bien, pero es en la calma cuando muestra su mejor cara: líneas perfectas, paredes sólidas y una energía que mezcla riesgo y belleza en partes iguales.
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