Mateo Cotton: “Después de un buen susto, aquí seguimos dando guerra”
El surfista de Lanzarote sufrió un terrible wipeout en el Quemao que le dejó inconsciente y le hizo pasar dos veces por quirófano. Lo ha superado.
“Buenas tardes a todos. Después de un buen susto, aquí seguimos dando guerra”, dice Mateo Cotton para empezar el post en redes sociales en el que explica cómo fue su wipeout en la increíble ola del Quemao. Aunque él mismo confiesa que le apodan el “rompetablas”, se trata de un surfista con experiencia en esta ola de arrecife volcánico que hace unos días acogió la 8ª edición del Lanzarote Quemao Class.
El surfista, socorrista e instructor de surf en Lanzarote explica que surfeando en el Quemao “me caí de una ola y me golpeé la cabeza y el pecho contra el fondo”. Tras poner el modo supervivencia y pedir ayuda afirma que “me quedé inconsciente unos segundos bajo el agua”. Fue entonces cuando le rescataron dos locales y participantes del Quemao Class, Cristian Portelli y Makoa Gómez (de 15 años): “Gracias a Dios estaban ahí para que no me ahogara y salvarme la vida”.
Pero las complicaciones no acababan aquí. Cotton fue trasladado al hospital. Una vez allí vieron que “no tenía nada roto pero diagnosticaron un sangrado en el hígado y me llevaron a quirófano”, afirma. No una sino dos veces: “Una complicación me dio neumotórax y tuve que ir de vuelta a quirófano”.
Ahora ya está. “Me encuentro mucho mejor”, confiesa el surfista. Y lo aprovecha para dar las gracias a quienes le sacaron del agua y a quienes le han mandado mensajes de apoyo (como Nestor García, Iker Trigueros o Manuel Lezcano, entre otros grandes nombres del surf nacional); y les desea que “disfruten de las olas que están por llegar”. Por su parte, pero, se resigna a “verlas desde la orilla durante un tiempo”.
Mateo Cotton publica el vídeo del accidente
Unos días después del accidente, el surfista de Lanzarote ha publicado el vídeo del wipeout que le mandó al hospital. Empieza el mensaje bromeando sobre que está “entubado” y “no en una ola” y luego da las gracias a todas las personas que le mandan mensajes. Finalmente habla del wipeout: “No era una ola grande ni tenía mala pinta. Todo iba bien hasta que se me escapó el canto de la table y rodé como una croqueta. Pasó porque tenía qu epasar y me tocó porque me tenía que tocar, pero le podría haber pasado a cualquier otro. Tengan cuidado”.