Lorenzo Casati vuelve a ser el rey del aire; Nathalie Lambrecht se estrena como reina
Lorenzo y Leonardo Casati firman una final histórica en Ciudad del Cabo mientras Lambrecht conquista su primer título en una edición marcada por el talento joven y duelos ajustados.
El Red Bull King of the Air 2025 ofreció una de sus ediciones más memorables en Kite Beach, Bloubergstrand, donde la combinación de juventud, talento y narrativa familiar marcó un antes y un después para el Big Air kiteboarding. La final masculina reunió por primera vez a dos hermanos peleando por la corona más prestigiosa del deporte, un duelo que acabó coronando a Lorenzo Casati, capaz de imponer su experiencia en los momentos de máxima presión.
El italiano, de 20 años, se llevó el triunfo con 34,02 puntos, superando a su hermano pequeño Leonardo, que firmó una actuación sobresaliente en su debut con 31,12 puntos, convirtiéndose además en el finalista más joven de la historia del evento. El neerlandés Cohan Van Dijk, con 27,18 puntos, cerró un podio marcado por la progresión de una disciplina que sigue elevando el nivel técnico año tras año.
Durante gran parte de la manga, Leonardo mantuvo bajo control la situación con maniobras limpias y puntuaciones altas, obligando a Lorenzo a responder con precisión quirúrgica. La batalla cambió de tono cuando el mayor de los Casati ejecutó un kiteloop–boardloop decisivo, seguido de un movimiento de gran amplitud en el tramo final que acabó inclinando la balanza. “Es un sueño compartir esto con mi hermano y mi padre”, reconoció Lorenzo, visiblemente emocionado, destacando el papel de su familia y el impulso que supone competir hombro a hombro con Leonardo.
En la categoría femenina, la sueca Nathalie Lambrecht logró su primer título tras un duelo intensísimo con la neerlandesa Zara Hoogenraad, a la que superó por solo 0,55 puntos (26,92 frente a 26,37). La eslovena Lana Herman, que ingresó como suplente y acabó firmando una campaña impecable, cerró el podio con 23,73 puntos. “Todavía estoy asimilándolo”, confesó Lambrecht, agradeciendo el trabajo de su entrenador y el apoyo de su equipo en una final donde la regularidad marcó la diferencia.
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Con eliminaciones inesperadas, mangas reiniciadas por el viento y progresiones que rozaron el límite de lo posible, esta edición confirmó que el King of the Air sigue siendo el escenario donde los riders redefinen los límites del deporte. Y en 2025, la imagen que quedó para la historia fue clara: dos hermanos, una corona compartida y una nueva reina alzándose en el aire sudafricano.
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