Surf

Lenny y Natxo, sorprendidos por las dimensiones de La Chupacabra

Kai Lenny, Ridge Lenny y Natxo Gonzalez publican el vídeo de su viaje al país centroamericano en busca de sesiones de olas.

Natxo Gonzalez y Kay Lenny en El Salvador sobre un jet ski
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Marc Fontrodona
Nació en Barcelona en 1989. Se licenció en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona. Es el responsable editorial de AS Acción, el vertical de action sports del diario AS creado en 2016. Especialista y practicante de muchas de estas disciplinas, lleva contando historias de action sports desde hace más de una década.
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Cuando un especialista en olas XXL como Kai Lenny se sorprende por el tamaño y la fuerza de una ola, es que ha encontrado algo especial. Eso fue exactamente lo que ocurrió durante su reciente viaje a bacompañado de su hermano Ridge y del vizcaíno Natxo Gonzalez, en busca de nuevas rompientes en un rincón aún poco explorado del Pacífico centroamericano.

Con apenas 300 kilómetros de costa, El Salvador esconde entre selva densa y bocanas remotas una variedad de olas poco documentadas. El trío, apoyado por surfistas locales como Ezequiel, combinó tecnología, intuición y una dosis alta de aventura para dar con un slab completamente desconocido y tan potente que decidieron bautizarlo “La Chupa”, en referencia a la legendaria criatura chupacabras. “Era como si la ola te persiguiera para comerte”, explica Natxo en el documental que documenta la expedición.

Desde el aire, Ridge Lenny localizó una barra de arena sospechosamente perfecta. Minutos después, los tres estaban entrando al agua con motos acuáticas para hacer frente a un pico bajo nivel del mar, pesado, rápido y sin margen de error. “No pensaba que las olas en Centroamérica pudieran ponerse tan grandes”, dice Kai, visiblemente impactado tras varias sesiones de tubos profundos y wipeouts violentos.

Además de “La Chupa”, el equipo encontró otra ola de derechas bautizada como “Bull Sharks”, situada frente a la desembocadura de un río de agua turbia, donde el temor a la presencia de escualos los llevó a evitar remar y optar por las motos.

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El viaje no solo dejó tubos memorables, sino también una nueva visión sobre el potencial salvadoreño. “Ahora veo El Salvador de otra forma”, concluye Kai. Con el respaldo de los locales y la motivación intacta, todo apunta a que este destino se sumará a la lista de paradas obligatorias en el mapa mundial del surf de exploración.

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