El suroeste de Inglaterra en furgo: 10 consejos y curiosidades
Parques de atracciones por todas partes, surf, aventura, muchas patatas fritas… recorremos Somerset, Devon y Cornwall con una Roadsurfer.


Viviendo en Barcelona y habituado al calor, cuando llegan las vacaciones me gusta ir a sitios más fresquitos. Desde que nació nuestra hija lo hacemos en furgoneta y todo va sobre ruedas (perdón…). Este año elegimos el suroeste de Inglaterra. Volamos a Bristol y a tocar del aeropuerto alquilamos una Family Finca de Roadsurfer. Con cocina, nevera, baño, ducha (interior y exterior), dos camas dobles y todo lo necesario para una familia de 3.
Surf y otros deportes acuáticos
La primera parada fue en la laguna de olas artificiales de Bristol, con tecnología -vasca- Wavegarden. Los tres nos echamos al agua, ya que está pensada para todos los niveles (a partir de 4 años). A juzgar por nuestras caras al salir… fue un éxito. Os cuento más en este otro artículo sobre The Wave.
No fue la única laguna donde paramos. Poco después estuvimos en North Devon Wake Park, donde también tienen zonas para todos los niveles e incluso hinchables sobre agua. Y tampoco fue el único sitio donde surfeamos. Hay (1) surfing en prácticamente toda la costa y muchas escuelas bien repartidas. En Sandymouth Bay, pasando la noche sobre los acantilados, fue precioso. La famosa Fistral Beach del Boardmasters (que se celebraba unos días después) está más concurrida. En St. Ives Bay, entre dunas, había olas para todos (y muy cerca vimos focas). Además, con una tabla de bodyboard (toda familia tiene una) te puedes tirar en cualquier lado a jugar con las olas. Y dos cosas más: el agua no está tan fría en verano (de 15 a 18ºC) y hay playas de ensueño.

Más adrenalina
Cuando viajamos, nuestra planificación consiste en mirar por la noche Google Maps y Park4Night para decidir a dónde iremos y dónde dormiremos al día siguiente. El primer día guardamos un parque de atracciones y una granja. Luego descubrimos que hay (2) granjas (arregladas para visitas) y parques de atracciones (nuevos, viejos, más o menos cuidados) por todas partes. Hasta en su Finisterre (aka Land’s End), donde un pirata le dio una perla a nuestra hija y visitamos la granja de Shawn the sheep.
De entre todos ellos había uno que teníamos entre ceja y ceja y que nos pillaba ya de regreso a Bristol: Paultons Park. Básicamente porque dentro tiene el Peppa Pig World. Disfrutamos mucho: sin colas, sin muchas restricciones de altura y con un parque muy cuidado.

Mal tiempo y mala comida: ¿prejuicios o realidad?
El tiempo es claramente un prejuicio. En verano también llueve, sí. Hasta diría que una vez al día durante los 15 días que estuvimos. Pero es muy variable y claramente (3) hubo más ratos de sol (llévate protector solar, de hecho…) y/o nubes que de lluvia. Con unos 25ºC de máxima y sin bajar de los 15ºC de mínima. Eso sí, en algunos momentos, hubo viento intenso del oeste y había que buscar las playas o lugares más resguardados.
En cuanto a la (4) comida, mala no es. Pero sí poco variada. Mucho fish & chips, mucha hamburguesa y comida de pub (con chips), las Cornish Pasty típicas de Cornwall, English Breakfast y poco más. Pero en algunos sitios, de mucho nivel. Un buen ejemplo: The Queen’s Arms.

Consejos para viajes en furgoneta
Si vas con tu vehículo, prepárate para volver con el lado izquierdo (recuerda que se conduce por ese lado) rallado. Si alquilas, es probable que ya te lo entreguen así. De (5) la vegetación que separa las carreteras de un solo carril -pero también de dos- de los campos. Es imposible que se crucen dos furgonetas sin tocarla.
Dicho esto, aprovecho para comentar que la experiencia de alquiler con Roadsurfer fue muy buena. Desde la reserva (fácil) hasta la salida, cuando te facilitan un manual para revisar antes de empezar el viaje y sus empleados solucionan cualquier incidencia que haya. Y a la llegada, igual: lista de to do completada y ningún problema.

Prepárate también para (6) pagar parkings. La mayoría de playas son accesibles, grandes y con poca gente. Pero se paga parking; y el precio puede ir desde 3 libras todo el día a 15, más o menos.
Por último: el tema de (7) aguas negras (WC) y agua potable está bien resuelto por toda la zona. Sin embargo, las aguas grises (ducha, platos, etc) no. Los puntos de descarga son escasos y en algunos sitios no sabían ni de qué les estabas hablando, lo cual nos sorprendió.

Otras curiosidades: moras, súper, horarios
Si te gustan (8) las moras, finales de verano tiene que ser una época espectacular. Ya a finales de julio nos hartamos a coger y comer moras silvestres, ya que está lleno de zarzas. Y eso que la mayoría estaban verdes porque les faltaban unos días.
Otra gran sorpresa fue (9) el precio del supermercado. Paramos básicamente en Lidl y nos pareció claramente más barato que en España. Ejemplos: plátanos que valían céntimos, yogures de medio litro a 40 peniques, dos litros de leche fresca que no llegaban a la libra, etc. Eso sí, todo cierra a las 5. Que no te den antojos o te surjan necesidades al atardecer…
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Por último y aunque no nos afecta, debo decir que me pareció una (10) zona muy “dog friendly”. Parques de atracciones, granjas, playas y pubs los permitían. De hecho, en estos últimos hasta llegamos a ver que les regalaban “chuches”.

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