La estación de esquí francesa que permitió esquiar gratis
Bourg d’Oueil ofreció la pasada temporada acceso gratuito a remontes y pistas para mantener la afluencia turística pese a la escasez de nieve en los Pirineos franceses.
La pequeña estación de Bourg d’Oueil, situada en el departamento de Haute-Garonne, dio la temporada pasada un paso inédito en los Pirineos franceses al anunciar que sus pistas y remontes serían gratuitos. La medida estuvo vigente desde el 8 de febrero hasta el 9 de marzo, coincidiendo con el final de las vacaciones escolares, y se mantuvo mientras las condiciones meteorológicas lo permitieron.
Este enclave, ubicado a 1.336 metros de altitud, es una de las microestaciones más reducidas de la cordillera, con apenas seis pistas y tres remontes, un dominio pensado para principiantes y familias. Hasta ahora ya era considerada la estación más económica de la región, con un forfait de 12 euros, pero la escasez de nieve registrada en el final de temporada llevó a sus gestores a optar por una decisión excepcional.
Según explicó la gestión local de estaciones del departamento, la medida respondía a una doble lógica. Por un lado, la falta de nieve impedía abrir la mayoría de las pistas, dejando operativa únicamente una pista verde y una zona de trineo, lo que hacía difícil justificar el cobro del forfait completo. Por otro, se buscaba mantener el flujo de visitantes en el valle para sostener la actividad económica ligada al turismo invernal. “No tenía sentido cobrar por un servicio limitado, y queríamos que la gente siguiera viniendo”, señalaron los responsables.
La iniciativa recibió una gran atención mediática y numerosos comentarios favorables por su carácter solidario y pragmático. Para muchos usuarios, representó una oportunidad única de disfrutar de la nieve sin coste, mientras que para los actores locales es una vía de apoyo a los alojamientos, la restauración y las actividades complementarias del valle.
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La decisión ha sido descrita como una “pequeña revolución simbólica”, una apuesta por la accesibilidad en un contexto de creciente incertidumbre climática que obliga a las estaciones de baja y media montaña a reinventarse para asegurar su futuro. Si este gesto termina inspirando a otras microestaciones dependerá de la evolución del invierno y del respaldo institucional a los territorios más vulnerables.
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