Tavascan mantendrá su actividad pero sin pistas de esquí alpino
La estación del Pallars Sobirà afronta el invierno sin su telesilla operativo, pero garantiza servicios gracias a una subvención de 507.000 euros destinada a mantener maquinaria, accesos y actividad nórdica.
La estación de Tavascan iniciará la temporada de invierno sin su zona de esquí alpino, tras confirmarse que no podrá completarse a tiempo la revisión del telesilla que da acceso a la parte alta del dominio. El Ayuntamiento de Lladorre, propietario de la instalación, oficializó el cierre en un comunicado, asumiendo que no se llegará a los plazos previstos.
Aun así, el complejo mantendrá una oferta activa apoyada en sus modalidades tradicionales. Permanecerán abiertos el circuito de esquí nórdico, los itinerarios para raquetas de nieve y las rutas de esquí de montaña, disciplinas que históricamente han dado identidad a Tavascán dentro del Alt Pirineu. También seguirá en funcionamiento la pista de debutantes, situada en la base de la estación.
Un punto clave para garantizar esta operatividad ha sido la reciente subvención de 507.000 euros otorgada por el Departamento de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat. La ayuda permitirá cubrir inversiones urgentes destinadas al mantenimiento de maquinaria, la renovación de repuestos esenciales y la preparación de los circuitos nórdicos, además de asegurar la actividad ordinaria durante los meses de invierno. Se trata de un paso previo para que FGC elabore un plan que analice la eventual asunción de la gestión de la estación.
El Refugio de la Pleta del Prat permanecerá abierto, al igual que los accesos y el aparcamiento, que se limpiarán cuando las condiciones lo requieran. La sala polivalente acogerá cursos de montaña, estancias de tecnificación y actividades formativas, mientras que la estación ofrecerá alquiler de material y clases con instructores especializados.
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La incertidumbre sobre el futuro del alpino persiste. El presidente de FGC Turisme, Carles Ruiz, señaló recientemente que “primero habría que plantearse si se debe seguir con el esquí alpino”, una reflexión que subraya el debate abierto sobre el modelo de gestión. Mientras tanto, Tavascán se apoyará en su actividad nórdica para mantener el impacto económico en el valle de Cardós, donde sigue siendo una pieza clave del tejido turístico invernal.
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