Un experimentado deportista de 34 años perdió la vida mientras intentaba descender esquiando la cara este del Matterhorn, una de las montañas más emblemáticas de los Alpes. La víctima, Luca Bernini, era un escalador e instructor del Club Alpino Italiano (CAI), según informó la agencia de noticias Ansa. Bernini y su compañero de escalada habían ascendido hasta los 4.050 metros de altura (la cumbre del Matterhorn se encuentra a 4.478 metros). Desde allí, comenzaron el descenso en esquíes, pero Bernini perdió el equilibrio y cayó aproximadamente 1.000 metros por la ladera de la montaña.

El compañero de Bernini alertó inmediatamente a los servicios de rescate. Sin embargo, el equipo de Air Zermatt, que fue trasladado en helicóptero hasta la base de la cara este, solo pudo confirmar la muerte del esquiador.

El Matterhorn, muy difícil pero no imposible

La cara este del Matterhorn, situada frente a Zermatt, Suiza, es la vertiente más fotografiada de esta icónica montaña, la que aparece en las famosas chocolatinas de Toblerone. Con su inclinación pronunciada y superficie lisa, rara vez es apta para el esquí en invierno debido a que la nieve se compacta y se convierte en hielo duro. Incluso en condiciones favorables, como las que se presentan a finales de primavera, este desafío es solo para esquiadores extremos altamente cualificados, capaces de enfrentar pendientes de 50˚-60º.

Pero no es imposible. Tal y como explican en Explorersweb y Snowbrains, las esquiadoras del Freeride World Tour (FWT) Nadine Wallner y Arianna Tricomi lo consiguieron este mismo 26 de mayo. Explicaron que las condiciones eran difíciles en la parte alta pero que consiguieron llegar a Zermatt. Y acompañaban el post con algunas fotos de la gesta.

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