La Molina abre el refugio accesible más alto de Cataluña totalmente renovado
El Niu de l’Àliga reabre en la cima de la Tosa con nuevas terrazas, más plazas de alojamiento, criterios de sostenibilidad y una propuesta gastronómica inédita a 2.537 metros.

La estación de montaña de La Molina, gestionada por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), reabre este fin de semana el Niu de l’Àliga, el refugio accesible más alto de Cataluña, tras una profunda reforma que ha modernizado por completo este emblemático espacio situado en la cima de la Tosa, a 2.537 metros de altitud, en pleno corazón de la Cerdanya.
La actuación, que se ha desarrollado durante cuatro meses, ha permitido la reorganización integral de los espacios, la mejora de los accesos y la adaptación del conjunto a criterios de sostenibilidad ambiental y accesibilidad universal. El complejo mantiene su reconocible estética hexagonal, inspirada en un panal de abejas, integrándose en el entorno del Parque Natural del Cadí-Moixeró.
Entre las principales novedades destaca la ampliación de la capacidad del refugio, que pasa de 30 a 72 plazas, con habitaciones más confortables y espacios adaptados para personas con movilidad reducida. También se han renovado los baños públicos, se han reordenado los servicios básicos y se ha mejorado la captación y reutilización de agua de lluvia. Todo ello bajo un diseño energéticamente eficiente, con sistemas de aprovechamiento solar y materiales pensados para reducir el consumo energético.
El proyecto incorpora además 535 metros cuadrados de nuevas terrazas solárium, con capacidad para 170 personas, y una nueva sala polivalente conectada con el restaurante, pensada para acoger desde eventos corporativos hasta presentaciones y encuentros profesionales. Esta apuesta refuerza la vocación del Niu de l’Àliga como espacio activo durante todo el año.
“El Niu será un espacio con muchas vidas a lo largo del día y del año, desde la restauración en pistas hasta encuentros empresariales y experiencias gastronómicas nocturnas”, ha señalado Carles Ruiz Novella, presidente de FGC, quien subraya que el proyecto encaja plenamente con el espíritu Pirineu365, orientado a generar actividad y empleo estable durante las cuatro estaciones.
Coincidiendo con la reapertura, La Molina estrena una nueva oferta gastronómica. Al servicio diurno se suma Niu de Nit, una experiencia nocturna de alta montaña que debutará el 27 de diciembre, con aforo limitado y una propuesta centrada en el producto y el territorio. El alojamiento como refugio de alta montaña, con una imagen completamente renovada, abrirá a partir de mediados de enero.
FGC ha invertido 4 millones de euros en La Molina en los últimos dos años, consolidando al Niu de l’Àliga como referente del turismo sostenible y accesible en los Pirineos.
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