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La “Ibiza de los Alpes” toma medidas contra el consumo de alcohol

Sölden endurece las restricciones en su núcleo urbano para frenar los excesos del après-ski y reducir los incidentes vinculados al consumo en la vía pública.

Skiers ride a gondola on Rettenbachferner glacier near the ski resort of Soelden, Austria, October 23, 2022. REUTERS/Leonhard Foeger
LEONHARD FOEGER
Ander Ordoño
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La estación austriaca de Sölden, uno de los enclaves más concurridos del Tirol, ha decidido poner freno a los excesos que en los últimos años han acompañado a su célebre après-ski. Conocida popularmente como la “Ibiza de los Alpes”, la localidad quiere corregir una imagen que se ha visto desbordada por el creciente volumen de fiestas improvisadas en plena calle y los problemas de convivencia derivados de ellas.

A partir del 1 de diciembre de 2025 y hasta el 19 de abril de 2026, el municipio activará una zona libre de alcohol que cubrirá buena parte del centro urbano, incluyendo el tramo comprendido entre las estaciones del Giggijochbahn y el Gaislachkoglbahn, así como áreas cercanas a la Freizeit Arena y varios espacios residenciales. Dentro de este perímetro no estará permitido consumir bebidas alcohólicas ni portar envases abiertos en la vía pública, aunque el consumo en interiores —bares, restaurantes o terrazas autorizadas— seguirá operando con normalidad.

El alcalde Ernst Schöpf defendió la nueva ordenanza como un paso imprescindible para reequilibrar la convivencia: “La vida nocturna forma parte de Sölden, pero necesitamos más moderación y consideración hacia quienes viven o trabajan en el valle”. Según el consistorio, las quejas por ruidos, cristales rotos, suciedad y comportamientos derivados de intoxicaciones han aumentado de forma notable, pese a campañas previas de concienciación y controles de ruido que no dieron los resultados esperados.

La normativa prevé multas de hasta 2.000 euros en los casos más graves, una cifra que busca enviar un mensaje claro ante la escalada de episodios incívicos. El ayuntamiento asegura haber mantenido conversaciones con los hosteleros para minimizar el impacto económico y garantizar que la medida actúe como un mecanismo de control, y no como una restricción a la actividad turística de la que depende gran parte del valle.

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Sölden se suma así a otras localidades alpinas que han optado por regular el consumo de alcohol en espacios públicos con el objetivo de proteger el entorno, reducir los excesos y mantener la experiencia del après-ski dentro de unos límites razonables.

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