El piloto canadiense Ben Lewis ha relatado la escalofriante experiencia de ser absorbido hasta los 7,374 metros de altura por una poderosa tormenta mientras realizaba un vuelo de cross-country en Bir, una popular zona de parapente en el estado de Himachal Pradesh, India. El incidente, ocurrido el pasado 17 de octubre, dejó a Lewis luchando por su vida en una ascensión incontrolable que lo llevó desde los 3,000 metros hasta altitudes cercanas a las de un vuelo comercial.

Lewis, quien llevaba casi cinco horas de vuelo, fue sorprendido por un cumulonimbo que se formó rápidamente. En tan solo diez minutos, el piloto pasó de una elevación de 3,000 metros sobre el nivel del mar a más de 7,000, alcanzando una velocidad de ascenso de 16.3 metros por segundo. “Pensé en cortar las cuerdas de mi parapente con el cuchillo de seguridad, pero mis manos estaban demasiado frías”, relató Lewis. A medida que el frío y la falta de oxígeno se intensificaban, el piloto perdió el conocimiento en medio de la tormenta.

Increíblemente, Lewis despertó en el suelo, colgando de un árbol y con su parapente todavía intacto. Tras el impacto, se encontró con graves lesiones, incluyendo congelación en las manos, una córnea dañada, sangrado retinal y fracturas en las costillas. Sin embargo, logró descender hasta un pequeño poblado, donde una familia local le brindó ayuda y refugio hasta que sus compañeros de vuelo pudieron asistirlo y llevarlo al hospital.

Este episodio pone de relieve los peligros de volar cerca de tormentas, incluso para pilotos experimentados. Lewis publicó un mensaje en redes sociales advirtiendo a otros parapentistas: “Espero que esto sirva de lección. Ignoré varias señales de advertencia y casi no lo cuento”.

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