Un alpinista, acusado de dejar morir a su pareja en el Grossglockner
La fiscalía austríaca acusa a Thomas Plamberger de negligencia grave por abandonar a Kerstin Gurtner en condiciones extremas cerca de la cumbre del pico más alto de Austria.
La muerte de Kerstin Gurtner, ocurrida a pocos metros de la cumbre del Grossglockner, continúa generando conmoción en Austria tras conocerse nuevos detalles de la investigación. La fiscalía de Innsbruck acusa al alpinista Thomas Plamberger de negligencia grave, señalándolo como responsable de una cadena de decisiones que derivaron en el trágico final de su pareja. Según los investigadores, el montañista esperó horas antes de pedir auxilio, pese a que la situación se había vuelto crítica en plena noche y bajo temperaturas de –20 °C.
Las autoridades sostienen que ambos iniciaron el ascenso más tarde de lo previsto y sin el equipamiento adecuado para un itinerario invernal de alta montaña. Gurtner, de 33 años, realizaba su primer viaje invernal a gran altitud y utilizaba botas blandas, inadecuadas para el terreno. Plamberger, con amplia experiencia, es señalado como el responsable técnico de la travesía. Los fiscales apuntan que, cuando Gurtner se desplomó a unos 50 metros de la cima, él no abrió un refugio improvisado ni utilizó mantas térmicas, algo básico en una emergencia.
Las imágenes de una webcam muestran las linternas frontales de ambos todavía activas alrededor de las 18:00, pero más tarde solo se ve la de Plamberger descendiendo en solitario. Para los investigadores, el silencio del alpinista ante el sobrevuelo de un helicóptero policial a las 22:50 agrava la acusación, ya que no intentó ningún tipo de señalización. La primera comunicación formal con los rescatistas se produjo cerca de las 03:30, momento en que, según la fiscalía, Plamberger ya había silenciado su teléfono.
El rescate llegó a las 10:00 de la mañana siguiente, cuando Gurtner ya había fallecido. Su entorno la recuerda como una mujer apasionada por el invierno y la montaña, aunque sin experiencia técnica en rutas de alta exigencia. “No se aflijan por mí, recuérdenme con amor”, decía un mensaje publicado en su memoria.
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Plamberger, que insiste en que se trató de un “accidente trágico y fatal”, afrontará juicio en febrero, con la posibilidad de recibir hasta tres años de prisión si es declarado culpable.
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