“Mirando hacia atrás, estoy contento de cómo ha ido el 2023″, explica Kilian Jornet a través de sus redes sociales, añadiendo que “siempre he tenido la costumbre de tomar notas de todo lo que hago: el tiempo, el tipo de entrenamiento, la ubicación, las sensaciones...”. Asegura, también, que “no toda la información está en las plataformas digitales, me gustan los viejos métodos y la misma hoja de cálculo de cuando empecé a entrenar hace ya 20 años”. Y con este preámbulo comparte “algunas estadísticas de este año 2023: altibajos, buenos desafíos y muchas horas pasadas en las montañas, ya sea solo o en compañía de amigos y familiares”.

Tantas horas en la montaña como 1.168, de las cuales, por tipo de actividad, 380 han sido de skimo, 150 en bici, 80 escalando y, como no podía ser de otra manera, 554 corriendo. Y en cuanto a la superficie en la que estaba, 475 eran escalando o trepando, 280 hora fuera pistas, 162 por senderos, 50 en cinta, 22 por carretera y 18 por pistas de esquí.

Jornet desvela también que su sesión más larga fue el 8 de octubre de este año, cuando se hizo 38 horas seguidas durante su reto por los Pirineos. Uno de los tres que ha tenido este año junto a las 7 cumbres del Romsdal y al de subir de nuevo al Everest. En este último, en el cual sobrevivió a una avalancha, se fracturó una costilla y eso le provocó uno de los dos parones del año: 24 días. El otro fue de 60 por un edema en el sacro.

Jornet también explica que este año ha participado en 8 carreras, de las cuales 5 han sido de esquí de montaña y 3 de trail running; o que ha completado ni más ni menos que un desnivel de 584.270 metros (siendo 9.300 el récord en un día, el pasado 6 de abril); y que la distancia recorrida en 2023 es de 3.200 kilómetros (o 3.200.000 metros). Una vez más, números de extraterrestre.