Helias Millerioux: “El montañismo es libertad, pero cada vez está más restringida”
El alpinista francés reflexiona sobre el futuro del estilo alpino, critica la dependencia creciente de la logística y alerta sobre las nuevas limitaciones geopolíticas.
El alpinista francés Helias Millerioux, ganador del Piolet d’Or 2018, aprovechó su paso por el Banff Mountain Film Festival para analizar el presente y el futuro del alpinismo en una extensa conversación con Explorersweb. Con su habitual franqueza, explicó por qué considera que el deporte atraviesa una fase decisiva: “El montañismo es libertad, pero cada vez está más restringida en el mundo actual”.
Millerioux insiste en que la evolución de la disciplina debe ser gradual, sin caer en lo que define como una “falsa revolución” alimentada por la logística extrema —helicópteros, grandes equipos, cuerdas fijas u oxígeno suplementario— que, a su juicio, desvirtúa el impacto de los ascensos por medios justos. Para él, los logros con un despliegue técnico desproporcionado “roban” la posibilidad de que una primicia mundial realizada en estilo puro sirva como referencia real para las generaciones futuras.
El francés, que sigue encadenando expediciones al Himalaya y al Karakórum —aunque no siempre con éxito, como en el Trivor en 2024 o la West Face del Manaslu en 2022—, defiende que la esencia del alpinismo implica fracasar más que triunfar. Y en ese contexto, reconoce una tensión creciente: “Los grandes patrocinadores quieren éxitos para Netflix; por eso sigo viviendo como guía, con más de cien días en montaña cada año”.
Durante la entrevista, Millerioux también expresó su inquietud por la deriva que observa en los ochomiles comerciales, recordando el caos vivido en Manaslu en 2022, cuando cientos de alpinistas continuaron hacia la cumbre pese a avalanchas letales. “La línea entre compromiso y peligro es más fina de lo que muchos creen”, afirma.
Otro frente que le preocupa es el aumento de restricciones geopolíticas, desde el cierre de macizos en el Tíbet hasta nuevas prohibiciones en zonas fronterizas del Karakórum. Para Millerioux, la libertad de movimiento —un valor central del alpinismo— “se encoge año tras año”.
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El francés concluye con un mensaje claro: el futuro del alpinismo pasa por debatir en profundidad sus valores y sus reglas, sin ambigüedades. “Hay que tomar partido —dice—. Mirar hacia otro lado ya no es una opción”.
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