Salta por un agujero de un segundo entre dos camiones sin conductor
Matt Jones atraviesa un hueco entre dos camiones autónomos en movimiento, en una maniobra que exige precisión absoluta y un margen de menos de un segundo.
El mountain biker británico Matt Jones ha vuelto a llevar el freeride al límite con un desafío que parece sacado de una superproducción de acción: saltar por un hueco que solo existe durante una fracción de segundo entre dos camiones autónomos que avanzan en direcciones opuestas. La maniobra, desarrollada en una pista de pruebas de la firma sueca Scania, exigió una coordinación milimétrica y una ventana de apenas 0,88 segundos para completar el paso sin impacto.
El proyecto, impulsado junto a Red Bull, planteaba una dificultad evidente: los camiones, moviéndose a velocidad constante, cerraban el espacio disponible a un ritmo combinado de 11 metros por segundo. “Es la maniobra más precisa que he intentado nunca”, reconoció Jones antes del salto, consciente de que cualquier desviación en altura, velocidad o trayectoria podía terminar en un choque frontal.
Para eliminar el factor humano al volante, Scania programó ambos vehículos en modo autónomo, garantizando trayectorias exactas y sincronizadas. Jones, por su parte, era remolcado hasta la rampa con un Audi RS Q8 para asegurar la velocidad perfecta de entrada, un detalle crucial para cuadrar el salto con el instante exacto en el que se abría el estrecho pasillo entre los remolques.
El proceso incluyó una larga secuencia de ensayos fallidos, luces rojas y ajustes técnicos. “Resulta durísimo mantenerse mentalmente preparado cuando llevas varios intentos abortados por décimas de segundo”, admitió el rider tras una jornada marcada por la tensión y la falta de margen. Incluso atravesar primero un solo camión requirió varios intentos y provocó momentos de evidente frustración.
La mañana siguiente, con mejores condiciones y el sistema calibrado, la tan ansiada luz verde apareció. Jones encaró la rampa, voló con precisión quirúrgica y emergió al otro lado entre gritos del equipo. “He tenido que creer de verdad que era posible”, dijo al completar el primer salto documentado de este tipo.
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El logro, además de un espectáculo visual, vuelve a situar a Jones entre los nombres más creativos e inquietos del MTB contemporáneo, un rider capaz de transformar desafíos imposibles en avances para toda la escena.
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